Trastorno obsesivo compulsivo: TOC más comunes

El trastorno obsesivo compulsivo, TOC, es la presencia de pensamientos recurrentes (obsesiones) que generan inquietud, preocupación y malestar emocional, y de comportamientos repetitivos (compulsiones) para mitigar la ansiedad asociada. Obsesiones y compulsiones que interfieren en la adaptación social y en la vida cotidiana de la persona.

El miedo a los germenes y bacterias, o el miedo a hacerse daño, son algunos ejemplos de obsesiones comunes; y entre las compulsiones se incluyen, por ejemplo, lavarse las manos de manera repetitiva, limpiar, ordenar y contar objetos o hasta un número determinado. El trastorno obsesivo compulsivo puede llegar a condicionar la vida de una persona.

Síntomas del TOC

Aunque pueden aparecer a cualquier, los TOC tienen a manifestarse en la infancia y la adolescencia. ¿Cuáles son los síntomas del TOC? Una persona puede padecer varios síntomas de manera simultánea:

  • Baja tolerancia a la incertidumbre (necesidad de tenerlo todo bajo control).
  • Sobredimensionar los problemas.
  • Perfeccionismo o intolerancia a los errores.
  • Preocupación constante por el orden.
  • Exceso de responsabilidad.
  • Dedicación excesiva al trabajo.
  • Necesidad de controlar los pensamientos.
  • Ideas rígidas o inflexibles.
  • Incapacidad para desprenderse de objetos.

Tipos de trastorno obsesivo compulsivo

Dependiendo del tipo de obsesión, se distinguen varios tipos de TOC, siendo fundamental para la salud emocional no subestimar ninguno de ellos:

Personas obsesionadas por la contaminación, la limpieza o el miedo a los gérmenes y a contraer una determinada enfermedad.

Inspeccionar de manera excesiva ante la obsesión por evitar determinadas catástrofes. (incendio, explosión de gas, temor a ser robado, miedo a atentados), lo que lleva a adoptar conductas como comprobar constantemente el estado de las cosas o comprobar las cerraduras, puertas, ventanas…

Ejecutan las mismas acciones de manera repetitiva ante el temor a que suceda una catástrofe. Las acciones más repetidas son tocar el picaporte de la puerta, hacer muecas o santiguarse, por ejemplo.

Obsesión por mantener ordenadas las cosas que les rodean (muebles, ropa, objetos del escritorio…) siguiendo determinadas pautas o distribuciones simétricas.

Coleccionan o acumulan objetos insignificantes de los que no pueden desprenderse. Una obsesión por no tirar nada por si se necesita en un futuro.

Personas que tienen ideas repetitivas, incluso por detalles irrelevantes.

Tienen pensamientos negativos que son incontrolables, recurriendo a frases, imágenes o números para intentar contrarrestar las ideas repetitivas que generan ansiedad y temor.

Pensamientos sexuales recurrentes, que también pueden ser provocados por un temor a contar intimidades en público.

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