El agua de rosas es considerada tradicionalmente como uno de los tónicos más saludables y beneficiosos para la piel. No sólo mejora las cicatrices y retrasa la aparición de las primeras marcas de la edad, sino que también nos ayuda a cuidarnos de la forma más natural. Te mostramos el paso a paso para hacer agua de rosas en casa. ¡Compruébalo tú misma!
Ingredientes y preparaciónEl agua de rosas es muy sencilla de preparar y únicamente necesitará dos ingredientes: pétalos y agua destilada.
Lo primero que deberás hacer es conseguir una buena cantidad de rosas hasta conseguir un peso total de medio kilo únicamente con sus pétalos. Puedes escogerlas del color que más te guste, pero lo ideal es optar por las rojas, ya que son las que poseen un aroma más intenso.
Una vez tengas todos tus pétalos, échalos en una cacerola y vierte medio litro de agua destilada. Muévelo un poco para que no se queden apelotonados y ponlo a fuego alto. Es muy importante que no se evapore, por lo que deberás bajar el fuego cuando veas que está comenzando a hervir. Tenlo a fuego bajo durante unos 15 minutos y después déjalo reposar durante un par de horas.
Cuando se haya enfriado, cuélalo con cuidado y vierte el agua en una o varias botellas. Ciérralas bien y guárdalas en el frigorífico durante 24 horas. ¡Y listo! Podrás disfrutar de un agua de rosas totalmente natural.
Beneficios del agua de rosasDesde la antigüedad se ha utilizado el agua de rosas con mucha frecuencia gracias a los beneficios que ofrece. Lo primero que nos llama la atención es su suave aroma, pero sin duda lo más llamativo son sus propiedades curativas, preventivas y rejuvenecedoras para la piel.
Contiene una gran cantidad de antioxidantes naturales que previenen la aparición de arrugas y contribuyen a la hidratación. Además, también es capaz de disimular cicatrices y manchas tras una aplicación continuada.
Otra cualidad llamativa es que encierra un gran poder antibacteriano, y es que es capaz de desinfectar heridas leves y reducir las irritaciones. Hay personas que incluso lo utilizan como colirio o para hacer gárgaras en caso de molestias. Por último, su suave aroma y frescura lo convierten en un tónico especialmente relajante que te ayudará a combatir dolores de cabeza.
Sin duda, este sencillo preparado tiene el valor de una joya. ¡Pruébalo y muy pronto notarás sus efectos!
