¿Has escuchado hablar de la cosmética emocional? Es un tipo de cosmética pensada para mejorar el bienestar del cliente que combina las últimas innovaciones científicas con tratamientos naturales. No hay un tipo de cosmética emocional. De hecho, “cosmética emocional” es un término que las empresas de marketing han popularizado últimamente, pero todavía no hay un consenso en el medio de la belleza sobre qué es, cómo se diferencia respecto a otros productos de cuidado del bienestar.
Lo que sí podemos aclarar es que la cosmética emocional engloba aquellos productos de belleza que dan un paso más allá de lo que se entiende como belleza tradicional, aportando algún beneficio al bienestar físico y emocional de las personas mediante algún tipo de químico o sustancia natural en el contenido del producto.
Hace más de 20 años, la argentina Mónica Verdier de Pérez creó Universo Garden Angels, una gama de productos de cosmética que combina la aromaterapia con la colorterapia, pensada para beneficiar la salud física y mental del cliente. Con más de 500 productos en el mercado, esta gama de cosmética emocional, mezcla aceites esenciales y puros de plantas aromáticas y medicinales, con esencias florales que actúan en la parte afectiva de la persona.
Los rituales de belleza de Roger & Gallet llevan creando fragancias, jabones y cremas desde 1862 que entrarían en la gama de lo que el marketing ha denominado “cosmética emocional”. Los rituales de belleza de Roger & Gallet están realizados con hasta un 95% de ingredientes naturales, así como esencias preciosas destiladas con diferentes propiedades que han sido demostradas por estudios científicos y la tradición. Por ello, presentan diferentes tratamientos o rituales para casos específicos y así incidir en el bienestar de la persona. Roger & Gallet ofrece rituales de belleza completos relajantes, calmantes, tonificantes, euforizantes, refrescantes, estimulantes y energizantes. Un estudio realizado por la misma marca sobre su perfume Fleur de Figuier asegura que su fragancia centenaria ayuda a la recuperación tras una crisis emocional tras tres semanas de uso y además, disminuye la tensión muscular y la actividad cardíaca.
En España, la periodista y comentarista del corazón Mila Ximénez acaba de lanzar al mercado una línea de cuidado de cosmética emocional: Kisé. Pensada para reducir el estrés, su aplicación reduce el acelerado ritmo cardíaco, prometiendo un efecto relax. Su línea incluye crema hidratante de día y de noche, sérum y contorno de ojos. Todos los productos, según promete, están elaborados bajo control farmacéutico y han sido testados por el Instituto Brain House en cuanto a lo referente a la actividad emocional que generan.
Otro tipo de cosmética que podría entrar en las denominada “cosmética emocional” es la cosmética holística. Este tipo de cosmética emocional utiliza siempre 100% ingredientes naturales, libres de parabenos, ftalatos, parafinas y otras sustancias químicas no saludables para la piel y el cuerpo. Además, combina técnicas como la aromaterapia (mediante aceites esenciales, ceras, etc) y la cromoterapia para buscar el equilibrio y la armonía de los estados de ánimo mediante los sentidos. Por ejemplo, el uso de la lavanda no sólo tiene un aroma irresistible, sino que tiene un efecto antiséptico a nivel físico y sedante a nivel emocional.
Tal vez la cosmética emocional ya se haya creado hace mucho tiempo y ahora es el momento de nombrarla de alguna manera. De hecho, numerosas investigaciones han demostrado que el simple hecho de maquillarse los labios puede hacernos sentirnos mejor en épocas de crisis. Pero si además, si ese lápiz de labios nos ayuda a controlar el estrés o a sentirnos felices ¿por qué no utilizarlo? Y si su composición es 100% natural, mucho mejor.
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