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Entre los vestidos de novia más bonitos para segundas nupcias se encuentran los modelos cortos, relajados, rectos o con formas más clásicas y formales. Con el crecimiento número de divorcios, cada vez son más las parejas que se casan en segundas nupcias, dejando atrás el matrimonio fallido.
En estos casos, los vestidos perfectos son aquellos que combinan la importancia de esta ocasión pero sin tener que seguir ninguna tradición, las cuales suelen influir más en las primeras bodas. Vamos a descubrir cómo elegir los vestidos de novia y cuáles son los modelos preferidos para segundas nupcias.
Vestidos de novia sencillosPara las segundas nupcias, en general se optar por vestidos sencillos, que encajan mejor con una ceremonia menos ostentosa. De hecho, después de haberte dejado llevar con la primera ceremonia, a menudo se prefiere organizar una boda low cost en la segunda ocasión, resaltando más los aspectos más íntimos y románticos de la relación de pareja que se quiere celebrar. En cuanto al color del vestido de novia, puedes elegir el que quieras con total libertad: no solo blanco, también el tono champagne, marfil, rosa o todas las tonalidades del pastel.
En lo que se refiere a los modelos, prevalecen los vestidos de novia cortos, ya sean más formales, modelos con detalles especiales como un velo original, o ya sean más atrevidos, con faldas con varias capas vaporosas, asimétricas o con volantes. Los vestidos de novia largos no está prohibidos para las segundas nupcias, pero se prefieren los modelos suaves, que caen por el cuerpo, para abrirse un poco en las faldas creando siluetas en A. En estos casos es mejor descartar los vestidos vaporosos o con faldas amplias.
Tejidos, aplicaciones y detallesLos vestidos de novia para segundas nupcias requieren una cierta sobriedad y los tejidos que mejor responden a este requerimiento y exigencia son aquellos como el chiffon, la seda, el encaje, la organza o el shantung. Las aplicaciones preciosas como las perlas o los cristales de Swarovski en general se lucen en partes muy concretas de los vestidos, como el escote o la cintura, mientras que las capas y los volantes enriquecen la simplicidad de las líneas y aseguran no caer en la banalidad de la excesiva simplicidad.
Por otro parte, las segundas nupcias son una ocasión ideal para llevar un vestido de novia vintage, inspirado en los años 50.
