Si estáis pensando en reforzar vuestra unión con la celebración del matrimonio civil es importante valorar las ventajas y posibles inconvenientes. El matrimonio civil es el contrato inscrito en el Registro Civil y con efectos para ambos cónyuges y para sus hijos.
Las bodas civiles han pasado de ser consideradas una ceremonia demasiado sencilla, e incluso fría, a la alternativa que se impone a las bodas por la iglesia. De hecho, menos de un 30% de las parejas en nuestro país optan actualmente por una boda religiosa.
Las razones para decantarse por un matrimonio civil pueden ser diversas, siendo lo más importante que la pareja esté de acuerdo en cómo, cuándo y dónde celebrar el enlace. Descubre por qué casarse por lo civil.
Ventajas del matrimonio civil
La primera de las ventajas es que puedes personalizar tu boda al máximo, desde el lugar de celebración del enlace (al aire libre, en la playa…) al vestido de novia al que no tienes que renunciar en absoluto. Hay otras ventajas para el matrimonio que también conviene tener en cuenta. Sí hay que señalar que tanto el matrimonio civil como religioso tienen las mismas repercusiones fiscales.
Declaración conjunta IRPF
Una de las diferencias principales entre el matrimonio y la pareja de hecho es que posibilita presentar la declaración conjunta del IRPF (impuesta de la renta sobre las personas físicas), modalidad de tributación que resultará más beneficiosa en caso de que uno de los dos cónyuges no trabaje o no perciba ingresos, ya que permite aplicar una deducción de la base de cotización.
Deducción por hijos del matrimonio
Otra de las ventajas fiscales del matrimonio civil es que en caso de tener hijos pueden aplicarse deducciones en la declaración de la renta.
Deducción por la compraventa de inmuebles
Si el matrimonio vende su vivienda no estarán obligados a la devolución de las deducciones aplicadas hasta el momento, siempre y cuando hayan residido en la vivienda tres años.
Herencia y pensión de viudedad
El matrimonio civil en caso de fallecimiento de uno de los cónyuges otorga al otro el derecho a recibir un tercio de la herencia cuando hay hijos en común. En caso de no tener hijos, la herencia se repartirá a parte iguales entre el cónyuge y los padres del fallecido. El matrimonio civil también otorga el derecho a solicitar la pensión de viudedad.
