La mayoría de las personas que deciden iniciarse en el estilo de vida vegetariano, lo hacen por convicciones personales como el compromiso con el medio ambiente y razones contra el daño animal o también por cuestiones de salud. Hay una creencia extendida sobre el vegetarismo como modo de adelgazamiento, y esto no siempre tiene por qué ser así.
En realidad, se puede ser vegetariano y tener una inadecuada alimentación que no genere los nutrientes necesarios para una correcta alimentación balanceada. Esto suele suceder cuando las personas comienzan una dieta vegetariana sin acudir a un profesional que las oriente o sin informarse de las implicaciones alimentarias que tiene la dieta vegetariana. Incluso, algunas personas pueden subir de peso al comenzar una dieta vegetariana, ya que su dieta está desbalanceada.
Para prevenir esta situación, te contamos las 5 razones por las que algunos suben de peso al iniciar una dieta vegetariana
1. Cambiar proteínas animales por hidratos
Uno de los errores más comunes al comenzar una dieta vegetariana es sustituir las proteínas animales por harinas o hidratos de carbono. Por ejemplo, la pasta es el sustituto erróneo más común al pescado y la carne. Cuando comenzamos una dieta vegetariana y no nos hemos informado previamente, solemos pensar que un plato de pasta o un sandwich con vegetales puede ser sustituto de la proteína animal, incrementando el consumo de harinas, incluso de harinas refinadas, lo que tiene una consecuencia inmediata de aumento de peso.
Por eso, lo ideal es que acudas a un profesional que te explique cómo obtener una alimentación vegetariana balanceada y te informes de las multitudes de deliciosas recetas vegetarianas y veganas que puedes preparar, con alimentos proteicos como el seitán o las leguminosas.
2. Olvidarse de comer legumbres
En una dieta omnívora las legumbres son importantes pero sólo es necesario consumir dos o tres raciones semanales. Sin embargo, en las dietas vegetarianas, las legumbres constituyen una fuente imprescindible de proteínas completas, es decir, con todos los aminoácidos esenciales, que deben estar diariamente presentes en el menú.
Las legumbres son uno de los alimentos más completos, pero es importante que en tu dieta vegetariana mezcles diferentes tipos de legumbres, que te aportarán diferentes minerales y vitaminas, hidratos y fibra, además de las proteínas necesarias para tu bienestar. Recuerda que hay muchos tipos de legumbres: lentejas y sus variedades, garbanzos, judías negras, pintas y blancas, algarrobas, altramuces, habas, judías, guisantes y sus variedades y soja, entre otros.
3. Pensar que todo lo vegetariano es saludable
Que un alimento sea apto para consumo vegetariano no quiere decir que sea saludable. Por ejemplo, si todos los días comes patatas fritas, aunque sea un alimento vegetariano, es evidente que las grasas saturadas implicarán un aumento de grasa en tu organismo. Otros alimentos procesados pueden ser aptos para consumo vegetariano, pero llevar en su receta ingredientes como el azúcar, dextrosa, sal, conservantes artificiales, etc. ingredientes que no son recomendados para una dieta saludable.
También es buen ejemplo es la bollería industrial, la mayoría de las veces compatible con la dieta ovolactovegetarianos y algunos tipos de vegetarianos , pero el alto contenido en azúcares procesados y calorías vacías de estos productos, no son recomendables para una alimentación saludable.
Por eso, si además de tener una dieta vegetariana deseas tener una alimentación saludable, reduce el consumo de azúcares, refrescos, bollería industrial o harinas refinadas, y opta por ingerir alimentos naturales altos en nutrientes, como frutas frescas, zumos naturales, semillas y verduras, por ejemplo.
4. No fijarte en las etiquetas
Esto es indispensable para toda persona que desee mantener una dieta saludable y mucho más para los vegetarianos. En primer lugar, porque aunque en la etiqueta principal parezca que el producto está hecho de vegetales, puede contener algún otro ingrediente animal. Y en segundo lugar, porque es importante concienciarnos de lo que comemos y para ello, la única manera es leer las etiquetas cuidadosamente e informarnos de qué son aquellos ingredientes que en ocasiones no conocemos y los consideramos ‘raros’. No siempre tienen por qué ser perjudiciales para la salud, pero algunos de ellos pueden favorecer el incremento de grasas saturadas y azúcares en nuestro cuerpo, haciendo que el metabolismo sea más lento, desmejorando considerablemente la salud de nuestro organismo y también repercutiendo sobre el peso.
5. Comer cualquier cosa en las reuniones sociales
Aunque generalmente ya se encuentran opciones vegetarianas en los menús de los restaurantes, muchas veces es difícil para las personas vegetarianas el momento de las reuniones sociales, sobretodo reuniones familiares o con amigos en casas, debido a cumpleaños o fiestas especiales, como Navidad.
Es muy común, que al no tener muchas alternativas en estas reuniones, los vegetarianos opten por darse atracones de pan o aperitivos salados que suelen ser aptos para vegetarianos. Si además se juntan muchas reuniones seguidas como en el caso de épocas festivas, las consecuencias pueden ser terribles para el peso de los vegetarianos.
Para evitarlo, lo mejor es ser consciente de que sólo son ocasiones especiales y moderar el consumo de hidratos y dulces. También se puede explicar al anfitrión o anfitriona de la fiesta tus preferencias culinarias, seguro que lo entienden y pueden preparar una opción adecuada para ti. Y si tienes mucha confianza ¿por qué no ofrecerte a llevar un exquisito plato vegetariano preparado por ti? Así no sólo podrás comer tranquilamente, sino que podrás enseñar a otras personas lo delicioso y saludable que puede ser una alimentación vegetariana.
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