Cómo redondear glúteos: Consejos y ejercicios para trasero plano

Si quieres fortalecer los glúteos y darles una forma redondeada, no esperes más y comienza a realizar en casa estos ejercicios para trasero plano, así como seguir nuestros mejores consejos para redondear glúteos. ¡Atenta!

Por qué mejorar la forma de tus glúteos

Quizás pienses que redondear tus glúteos sea sólo una cuestión de estética, pero fortalecerlos y mimarlos un poco no sólo tiene que ver con esto, sino con la voluntad de tener un estilo de vida saludable.

Aunque no lo creas, en los glúteos se almacenan las tensiones de cada día. Al igual que sucede con la espalda, los problemas emocionales se convierten en contracturas en los glúteos, que lo acaban deformando y, en ocasiones.

Unos glúteos contracturados pueden afectar a la postura corporal y ocasionar dolores de espalda y piernas.

Consejos para redondear glúteos

El ejercicio es fundamental para mejorar el estado de tus glúteos, pero antes de contarte cuáles son los mejores ejercicios para redondear tu trasero, queremos darte algunos consejos adicionales que te ayudarán a mantener tu trasero en forma.

Aplicar masajes asiduamente para descontracturar los glúteos te ayudará a que los ejercicios para trasero plano sean mucho más efectivos. Además, los masajes favorecerán una mejor forma de los glúteos estando mucho más tonificados y a mejorar tu posición corporal.

Para aplicar tu masaje, te recomendamos que uses un aceite de masajes para poder amasar correctamente tus glúteos. Si no tienes en casa un aceite específico, puedes usar aceite de oliva, altamente hidratante. De todas formas, apunta estos aceites esenciales anticelulíticos, con información sobre cómo aplicarlos.

Ponte de lado y comienza a masajear tus glúteos con presión, identificando dónde están las contracturas y masajeándolas hacia abajo y hacia los lados. Si sientes mucho dolor no te excedas, es mejor ir masajeándolos poco a poco cada día para evitar una lesión. Y ya que estás, aprovecha para hacerte un masaje anticelulítico en las piernas.

El estado de la piel de tus glúteos es fundamental para que se mantengan tersos y redondeados. Para ello, exfolia tus glúteos una vez a la semana e hidrátalos siempre que te acuerdes.

Puedes utilizar azúcar de caña y miel para exfoliarlos en la ducha, o simplemente sal marina, aplicando un suave masaje durante un par de minutos y enjuagando bien. Una vez fuera de la ducha y tus glúteos están secos, aplica un aceite hidratante o una crema hidratante, preferiblemente hecha de ingredientes naturales.

Esta terapia anticelulítica te puede ayudar a mejorar el estado de tus glúteos. Puedes ponerte ventosas de silicona en casa, aunque lo ideal es que una vez al mes acudas a un centro para una terapia de ventosas chinas, ya que es necesario conocer la mejor forma de ponerlas para no afectar zonas venosas.

Ejercicios para redondear glúteos

Ahora sí, toma nota de cuáles son los mejores ejercicios para redondear un trasero plano.


Las sentadillas son imprescindibles para darle una forma curvilínea a tu trasero. Además existen buenas razones para hacer sentadillas, ya que suponen un ejercicio fabuloso no sólo apra los glúteos, sino para las piernas y la espalda.

Las sentadillas básicas se hacen colocándote de pie, con las piernas ligeramente abiertas. Deberás bajar como si te fueras a sentar, con la espalda recta y los brazos a los lados, flexionándolos en cada bajada. Es importante que no encorves la espalda, pues podrías dañarla.

Una variante de las sentadillas con la que trabajarás las zonas laterales de los glúteos son las sentadillas laterales.

En esta ocasión, cada vez que bajes a la posición sentada deberás estirar una pierna hacia un lado mientras con la otra pierna te mantienes en posición de sentadilla. Lo ideal es que mantengas la postura unos segundos antes de volver a la inicial.

Las zancadas son geniales para tonificar los glúteos y darles una forma redondeada. Colócate de pie con los pies abiertos a la altura de las caderas. Da un paso hacia adelante lo más lejos que llegues, sin mover el pie que queda atrás. Mantén unos segundos y vuelve a tu posición inicial.

Colócate boca arriba con las plantas de los pies en el suelo y los brazos estirados a lo largo del cuerpo. Tus piernas deben estar abiertas a la altura de tus caderas. Sube poco a poco tu zona central del cuerpo hasta que llegues a tu tope, contrayendo bien los glúteos en cada subida. Baja con cuidado, nunca de golpe para no hacerte daño en la espalda.

Cuando estés sentada o de pie aprovecha algunos minutos para contraer los glúteos. Es un fabuloso ejercicio sencillo y rápido que puedes hacer en el trabajo para evitar el famoso trasero de oficinista o mientras esperas el autobús.

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