Dieta disociada: Resta kilos sin pasar hambre

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Dieta disociada: Resta kilos sin pasar hambre. Es uno de los motivos, unido a la monotonía, que hace que desistamos de seguir una determinada dieta para perder esos kilos de más y recuperar nuestra figura. La dieta disociada es una buena aliada para perder peso de manera rápida. Expertos en dietética apuntan a que es una forma de comer basada fundamentalmente en la combinación de alimentos. ¿Cuáles son las claves? Te damos algunas recomendaciones para perder peso sin necesidad de dejar de comer.
 
La dieta disociada se basa en la calidad y la variedad de un plato único, pudiendo repetir. El motivo es que esta dieta considera que debemos evitar la combinación de hidratos de carbono y proteínas en el mismo plato para favorecer la digestión de estos tipos de nutrientes. Por el contrario, podemos optar por una combinación de hidratos de carbono y verduras o proteínas y verduras. Mientras que en la tabla de alimentos en los que predominan los hidratos de carbono se incluyen harina, cereales, pasta, arroz, patatas, miel y pan, en la tabla de alimentos con predominio de proteínas aparecen la carne, pescado, leche, legumbres, queso, huevos y harina de soja.
 
Si incluimos en la dieta alimentos como pasta, pan o arroz es aconsejable que siempre sean integrales. El azúcar, mejor fructosa y con moderación.
 

La hidratación juega un papel esencial y, por tanto, debemos prestarle atención. Debemos beber al menos dos litros de agua al día (fuera de las comidas; la dieta disociada aconseja mejor beber un vaso de agua antes de las comidas) y evitar las bebidas dulces carbonatadas (refrescos, gaseosas…) o con demasiado contenido en cafeína. Además de agua, también son muy beneficiosos los zumos de frutas naturales, la leche de soja y las bebidas isotónicas sin gas. En cuanto a la hidratación, esta dieta aconseja beber un vaso de agua tibia con limón en ayunas.
 

Alimentos prohibidos

La dieta disociada, entre las recomendaciones alimenticias, descarta incluir algunos alimentos fundamentalmente por su alto contenido en grasas, como por ejemplo, el queso curado o semicurado, grasas saturadas que pueden elevar los niveles de colesterol. Asimismo, es aconsejable limitar al máximo la ingesta de alimentos fritos, rebozados o empanados. La mejor forma de preparar los alimentos sería a la plancha. A lo que no tenemos que renunciar con esta dieta, por ejemplo, es al embutido de calidad (jamón serrano o ibérico, por ejemplo), aunque siempre tomado con moderación y, a ser posible, acompañado de pan integral.
 
Si tomamos mucha leche, es aconsejable sustituirla por leche desnatada o vegetal (soja, avena). Los yogures también son beneficiosos.
 
Los postres y dulces de repostería no ayudan ni a perder kilos ni a mantener nuestro peso si seguimos una dieta disociada. Es mejor sustituirlos por fruta natural, la cual los expertos aconsejan tomar antes de las comidas o entre horas, nunca al final. Las golosinas, prohibidas, por su alto nivel calórico y por ser poco saludables.
 
Antes de comenzar cualquier tipo de dieta debemos consultar al médico o especialista, sobre todo para descartar cualquier carencia o déficit nutricional que puede verse agravado. Además, al empezar una dieta rápida como en este caso es importante evitar el efecto rebote, es decir, volver a coger los kilos nada más dejar el régimen. La dieta disociada, según los expertos, al reducir notablemente la ingesta de calorías, no debe seguirse durante demasiado tiempo sin un seguimiento dietético correcto.

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