Dieta primavera: Recupera tu equilibrio

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Dieta primavera: Recupera tu equilibrio. Una dieta sana no es una dieta escasa o pobre en alimentos, sino una combinación equilibrada para reportar a nuestro organismo los nutrientes esenciales y mantenernos sanos y activos. La primavera es una estación que puede traer consigo cierta fatiga o cansancio generalizado. Una dieta adecuada te ayudará no solo a recuperar tu equilibrio, tu peso saludable, sino también a combatir la pérdida de energía.
 
Ponerse a dieta no siempre es fácil. De hecho, en algunos casos, si optamos por una dieta que no nos reporta los resultados esperados esto puede dar lugar a problemas de ansiedad, picoteo entre horas o, incluso, la adoptación de malos hábitos en la alimentación. Por eso, antes de decantarnos por la dieta que mejor se adapta a nuestro ritmo de vida y a nuestras necesidades, es conveniente consultar a un experto o nutricionista, porque, entre otros, es aconsejable desterrar algunos mitos como que hay alimentos buenos y malos. Todos los alimentos son buenos y, en cualquier dieta, aprender a comer y a combinar los alimentos es fundamental para garantizar el éxito.
 

Claves dieta de primavera

Ponerse a dieta no solo es cuestión de estética, sino también de salud. Además, hay otro punto importante a tener en cuenta, y es que con el cambio de estación, también varía el clima, el entorno, y ello puede afectar más a menos a nuestro organismo. Así, por ejemplo, durante la estación de la primavera pueden aparecer síntomas de cansancio generalizado (astenia primaveral, un trastorno leve más frecuente entre las mujeres a partir de los 35 años), el cual podemos combatir adaptando nuestra dieta y apostando más por los alimentos frescos y naturales, con las frutas y verduras como esenciales.
 
Aprender a comer es fundamental para erradicar la ansiedad que puede provocar una dieta. La dieta no es sinónimo ni de restricciones, sino como hemos señalado de aprender a combinar los alimentos para que una funcione y no nos provoque cierta sensación de monotonía y, al final, la dejemos. Muchas veces esta ansiedad está provocada porque pasamos de una dieta a otra en busca de un resultado milagroso. De entrada, perder peso y, sobre todo, mantenerlo, requiere paciencia, ya que el adelgazar no solo es cuestión de perder kilos, sino de quemar la grasa, lo que requiere un periodo.
 
Pasta, arroz, pan, no pueden faltar en nuestro menú diario, en el cual también es muy importante no saltarse ninguna de las comidas (5 al día). Además, es aconsejable acompañar la dieta con la práctica de ejercicio físico.

  • Desayuno: Apuesta por los alimentos ricos en hidratos de carbono (cereales), acompañados de un zumo de frutas (de naranjas, por ejemplo, por el aporte de vitamina C que te dará el extra vitamínico que en esta época del año suele requerir nuestro organismo). Aunque la cafeína también tiene sus aportes beneficiosos, es cierto que puede ser un excitante, por lo que en algunos casos es mejor optar por las infusiones o por las variedades de café descafeinado.
  • Almuerzo: Una pieza de fruta fresca, la mejor opción, si bien, también la puedes sustituir por un yogur desnatado, una porción de queso fresco o frutos secos.
  • Comida: Las verduras no solo nos aportan fibra, sino que nos ayudan a depurar nuestro organismo. Apuesta por los vegetales crudos, en forma de ensalada, como guarnición (la cual también puedes combinar con arroz y pasta) o en forma de puré. Legumbres, carne de ave (pollo, pavo) y pescado son fundamentales. De postre, fruta.
  • Merienda: Piezas de fruta fresca o un zumo.
  • Cena: Una ensalada, un consomé como acompañante de un pescado, y fruta. Es aconsejable realizar la cena, al menos, dos horas antes de irse a la cama. Una cena nutritiva es la suma de hidratos de carbono y proteínas, o lo que es lo mismo, una ensalada de lechuga, tomate, manzana, queso fresco y huevo cocido. Porque hay a tener en cuenta, la preparación de los platos debe ser lo más natural posible y, sobre todo, variada en cuanto a los alimentos de cada grupo alimenticio.

Como hemos visto, la fruta es una de las piezas esenciales de la dieta de primavera. Ello es debido al refuerzo extra de vitaminas para nuestro organismo y a que además nos ayudan a controlar el apetito, el que nos hace picar entre horas. Y no es el único beneficio que extraemos de la fruta, ya que también son un buen aliado para combatir las alergias y las molestias primaverales. Si practicas ejercicio, para recuperar las energías, puedes darte un capricho saludable, un pedazo de chocolate, el cual tomado con moderación está constatado que no engorda. Por último, la hidratación, beber al menos 1,5 o 2 litros de agua al día.

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