Llevar una dieta sin gluten implica eliminar este tipo de proteína presente en muchos cereales como la cebada, el trigo, el centeno o la avena y todos sus derivados. Una dieta que a veces no es nada fácil seguir y que exige estar alerta respecto a lo que comemos ya que hay muchos alimentos manufacturados que pueden estar elaborados con gluten, al ser ésta una proteína comúnmente utilizada como ingrediente o aditivo en muchos de los procesos de transformación o manipulación de los productos.
Llevar una dieta sin gluten exige tomar precauciones cuando preparamos nuestro menú diario para no ingerir ningún alimento que lo contenga. Por eso es muy importante que nos fijemos en las etiquetas de los productos cuando vamos a comprar. Pero, esto no significa que no podamos disfrutar del placer de la comida ya que en los últimos años han aumentado los alimentos que se elaboran especialmente para celiacos.
Una cocina sin gluten debe centrarse principalmente en productos naturales y frescos como la leche y todos sus derivados, la fruta, las carnes y pescados frescos, las verduras, los huevos, los frutos secos naturales o desecados… así como la miel, el azúcar, la sal, el aceite, el vinagre o la harina de maíz (maicena). Por lo tanto, disponemos de amplia variedad de productos sin gluten para elaborar nuestras recetas sin gluten, aparte de ingredientes y alimentos procesados específicamente para celiacos.
Elaborar un menú sin gluten consiste en preparar nuestros platos adaptándolos, cambiando los alimentos o ingredientes prohibidos por otros libres de gluten. Es muy importante cuando cocinemos evitar añadir a nuestros guisos, embutidos como el chorizo o la morcilla y pastillas de caldo para dar sabor al plato (en su lugar se puede echar un hueso de jamón o panceta). Además, hay que tener cuidado en no contaminar nuestros alimentos (por ejemplo, no cocinar con aceite que se haya usado antes para preparar otros alimentos que lleven gluten).
Una dieta sin gluten apta para celíacos podría ser…
- De primero: purés de verdura o de legumbres, potaje de garbanzos, judías, lentejas, arroz blanco, ensalada, pastas sin gluten con tomate frito y queso rallado o parrillada de verduras asadas, verduras rehogadas con jamón serrano o con cebolla.
- De segundo: carnes o pescados frescos a la plancha, tortilla francesa, tortilla de patata o huevos fritos. Y para darles un toque especial, siempre puedes acompañarlos con patatas cocidas, verduras o ensalada.
- De postre: fruta, yogur natural, cuajada, requesón, queso fresco, helados de hielo o de nata o vainilla en tarrina o en barra.
También te recomendamos que tengas siempre a mano un libro especializado con recetas para cocinar sin gluten ya que te será muy útil y podrás innovar en tus menús.
