Entrenar con el estómago vacío: ¿Es positivo?

Entrenar con el estómago vacío: ¿Es positivo? Si preguntas a quienes practican deporte si recomiendan entrenar con el estómago vacío encontrarás diversidad de opiniones. ¿Entrenar después de comer? o ¿entrenar en ayunas?, te vamos a explicar cómo actúa tu cuerpo cuando se practica deporte antes y después de comer, sigue con nosotras y descubre tú misma cuál de las dos opciones es la más beneficiosa.

Entrenar con el estómago vacío

Cuando entrenamos en ayunas nuestro cuerpo tiene un nivel de glucosa en sangre muy bajo porque durante la noche, aunque estemos sin hacer nada, esa energía se va consumiendo. Estas reservas no se agotan del todo durante la noche por lo que es viable hacer ejercicio por la mañana sin haber comido. Si sometemos a nuestro cuerpo a una sesión de deporte sin nada en el estómago, este al no tener glucosa, optará por quemar grasa. Hacer una actividad o ejercicio suave en ayunas no supondría ningún problema, de hecho, nos ayudará a quemar grasa de forma efectiva.

El problema que aparece con la opción de entrenar con el estómago vacío es que si nuestras reservas de energía no están al completo, someter a nuestro cuerpo a un proceso de entrenamiento intenso hará que el rendimiento sea bastante inferior al habitual por lo que la sesión de entrenamiento no será productiva.

Entrenar con el estómago lleno

En el caso de entrenar con el estómago lleno las opiniones de deportistas y expertos son unánimes, la explicación es la siguiente:

Después de comer, durante el proceso de digestión, nuestro organismo necesita de una mayor concentración sanguínea por lo que disminuye el riego en otras partes del cuerpo. Esto conlleva que haya una menor cantidad de oxígeno disponible para los músculos y, por tanto, una reducción del proceso de quema de grasas. Si realizamos deporte después de haber comido las células musculares demandarán oxígeno, esto puede causarnos un proceso de mala digestión o, incluso, un corte de digestión. En este caso, la opción aconsejada, avalada por estudios, es comer pequeñas cantidades antes de practicar deporte o realizar algún tipo de actividad física.

Como conclusión, podíamos decir que lo principal siempre es escuchar a nuestro cuerpo ya que cada persona tiene unas necesidades distintas de ejercicio y lo que viene bien a la mayoría no tiene por qué funcionarte a ti. El cuerpo no siempre reacciona de la misma manera, ¿sabías que adaptando la alimentación a cada fase del ciclo menstrual puedes perder más peso?. Entrenar con el estómago vacío no es malo porque nuestro cuerpo, al no tener suficiente cantidad de glucosa, procederá a la quema de grasas, unos ejercicios indicados para practicarse con el estomago vacío, por no ser muy intensos, son los ejercicios para reducir caderas y glúteos. Ten en cuenta que un entrenamiento intenso afectará directamente en nuestro rendimiento debido a la falta de energía. Por otra parte, entrenar con el estomago lleno o justo después de comer no es bueno porque puede provocar una mala digestión, pero sí lo es ingerir pequeñas cantidades de alimento porque nos darán la energía suficiente sin suponer un perjuicio en nuestra salud. Te proponemos un ejemplo de menú para adelgazar, sin pasar hambre, basado en la dieta de los macronutrientes. Prueba las dos maneras de entrenamiento y escoge la más indicada para ti.

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