Exceso de sal: Alimentos sospechosos

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Exceso de sal: Alimentos sospechosos. El exceso de sal en la dieta es el principal factor de riesgo de padecer hipertensión arterial y determinadas patologías cardiovasculares. Un exceso que suele venir condicionado, además de por la sal que ya contienen los alimentos en sí, por la que añadimos durante el procesado o preparación. Si seguimos las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, OMS, la ingesta de sal no debe sobrepasar los 5 gramos al día. Pero, ¿reconocemos los alimentos que más sal aportan a la dieta?
 
El exceso de sal es enemigo de la salud. De hecho, es uno de los riesgos de aparición de problemas de tensión arterial alta lo que, al tiempo, nos hace más vulnerables a padecer problemas cardiosvasculares, como infartos de miocardio , ictus, o problemas de huesos. La sal está presente no solo de manera natural en los alimentos, sino en los alimentos procesados o preparados. De hecho, según un estudio realizado por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, AESAN, del total de sodio que ingerimos al día en la dieta la mayoría procede precisamente de los alimentos procesados.
 
Entre los alimentos, ¿cuáles son los que contienen mayor cantidad de sal? AESAN destaca cuatro alimentos cotidianos como los más salados: embutidos, queso, pan y los platos preparados. En el capítulo de los embutidos, desde el Ministerio de Sanidad ya se ha recomendado reducir la cantidad de sal. Entre los más salados, el jamón curado, el chorizo, salchichón y fuet. En cuanto al pan, en los últimos años también se ha reducido mucho la cantidad de sal que se utiliza en su preparación, aunque el pan blanco, el pan de molde y el tostado siguen siendo tres de las variedades de este alimento que más sal contienen. El pan, no obstante, es un alimento esencial en la dieta, por lo que se recomienda apostar más por el pan integral.
 
El queso, sobre todos los curados, frescos o fundidos, están entre los alimentos lácteos con más sal. Y, por último, los platos preparados, y especialmente los que se venden congelados. En estos casos, la etiqueta nutricional nos ayudará a elegir los que menos sal contengan. No obstante, lo más recomendable si no tenemos tiempo para preparar todos los días los menús, en lugar de optar por los platos precocinados, dedicar un día a preparar las comidas caseras y congelarlas.
 
Por su parte, los alimentos frescos, crudos, apenas tienen sal, al igual que la carne, el pescado o los huevos, los cuales aunque contienen algo de sodio no es una cantidad muy elevada. Para su preparación o condimentación, lo mejor es apostar por algunos sustitutos naturales de la sal para reducir su presencia.
 

Aperitivos y palomitas

Hay otros alimentos que, aunque no forman parte cotidiana de la dieta, sí tomamos como aperitivos o al picar entre horas sin reparar demasiado en su contenido en sal. Y lo cierto es que pueden contener grandes cantidades, como sucede con los aperitivos como las patatas fritas. Hay que vigilar su consumo sobre todo entre los más pequeños, ya que la cantidad de sal recomendada en la dieta infantil no debe sobrepasar los 4 gramos, y una ración de 30 gramos de patatas fritas contiene una tercera parte de esta cantidad.
 
Cuidado también con las palomitas de maíz para microondas, porque cien gramos, además de aportar 500 calorías, tienen entre 1,3 y 2,6 gramos de sal, así como una importante cantidad de grasa. Para reducir las calorías es mejor hacerlas en sartén.

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