Momentos duros los que está pasando el diseñador David Delfín, aunque sin duda, es todo un ejemplo de lucha. Con tanta naturalidad habla del difícil momento que atraviesa que este mismo jueves ha compartido otra imagen del día que salió del hospital cuando fue operado de tres tumores, que fue el pasado 12 de abril. Pero él es fuerte y sigue su lucha con la ayuda de una persona muy especial que está a su lado. Te contamos cómo está siendo este proceso.
“Paso a paso, poco a poco, piedra a piedra, ladrillo a ladrillo”. Esta es la frase (aunque él la escribe en inglés) que David Delfín se ha grabado en fuego para sobreponerse al duro mazado que le ha dado la vida. Desde hace unos meses se está sometiendo a un proceso para eliminar tres tumores que tiene en la cabeza. De momento todo ha salido bien, pero el diseñador no quiere bajar la guardia.
Así es su pareja
Con tanta naturalidad ha hablado del difícil momento que atraviesa que este mismo jueves ha compartido otra imagen del día que salió del hospital. Fue el pasado 12 de abril, y allí estaba su inseparable pareja, Pablo Saez. Aunque el nombre de este fotógrafo de moda ya sonó el pasado septiembre, después de que los paparazzi le retrataran por las calles de Madrid agarrado a Delfín, la pareja jamás ocultó su relación. Es más, en mayo de 2015, a las semanas conocerse, ya aireó su amor en Instagram. Se trata de un gallego que nació en Santiago de Compostela hace 28 años y que durante este tiempo ha sido el mejor apoyo. Pablo vive a caballo entre Madrid y Barcelona, ciudad a la que se mudó hace unos tres años para empezar a trabajar para Bershka y Massimo Dutti, ambas firmas del grupo Inditex.
Y el diseñador mantiene las fuerzas intactas y apuesta por su recuperación. “Tengo una especie de espíritu de supervivencia. No paro de pensar en todo lo que quiero hacer. Es grave, soy consciente, pero me siento con ganas de luchar, me pone. Ellos quieren seguir adelante… pero tenemos que pararlos”.
Nos alegramos mucho, y esperamos que todo salga igual de bien que hasta ahora. Tenemos ganas de volver a ver sus diseños, que en verano nos daban vida. Un abrazo muy fuerte para los dos.
