[galleria id=»13041″]
Guillermo y Kate, los duques de Cambridge siguen arrasando en su primer viaje oficial realizado fuera de Gran Bretaña. Si en su llegada vimos como toda Oceanía salía a la calle para aclamarles, después de unos días allí, son muchas las muestras de cariño que están recibiendo.
Fue un día muy especial. Después de darse un baño de multitudes, los duques se unieron al director Peter Jackson para realizar una visita guiada por el Centro de Patrimonio Omaka de Aviación, donde Guillermo quedó impresionado. Y es que hay que recordar que la aviación es una de sus grandes aficiones, llevándola incluso a ser casi su profesión.
Posteriormente, visitaron el museo que alberga la colección de aviones de época de Sir Peter Jackson. Antes de abandonar el museo, los duques de Cambridge recibieron un regalo para el pequeño príncipe George: un casco de vuelo en tamaño infantil y forrado con piel de zarigüeya.
Quien no estuvo en esta ocasión fue el pequeño príncipe Jorge, que comienza ya a notar el cansancio del viaje y se quedó en casa, cuidado por la palentina María Teresa Turrión Borrallo.
Un viaje que sin duda los duques de Cambridge nunca podrán olvidar. Oceanía está con ellos.
Los Duques de Cambridge: anécdotas de su viaje a Oceanía 9/04/2014
Los duques de Cambridge y su hijo, el príncipe Jorge, se encuentran desde el pasado lunes de gira por Nueva Zelanda y Australia en lo que ha significado su primer viaje oficial. La familia real británica fue recibida por Richard Walker, edecán del gobernador general de Nueva Zelanda, y por el primer ministro y su esposa. En todo momento Guillermo, Catalina y su bebé estuvieron arropados por la algarabía de sus simpatizantes y un tiempo marcado por el viento y la lluvia, y que provocó que la duquesa sufriera un imprevisto en su bajada del avión.
Los duques de Cambridge se sienten queridos por el pueblo. Así se ha demostrado durante su primer viaje oficial que han realizado como pareja durante esta semana. El destino ha sido Oceanía, es decir las Antípodas de su Reino Unido. Sin embargo, y pese a los kilómetros de distancia, la pareja se ha sentido muy querida y ha participado en todos las costumbres y rituales de la zona. Todo ello ante la atenta mirada del príncipe Jorge, que cuando no acudía a los actos se quedaba con su niñera, que curiosamente es española.
La familia real fue recibida por Richard Walker, edecán del gobernador general de Nueva Zelanda, y por el primer ministro, John Key, y su esposa, además de la alcaldesa de Wellington, Celia Wade-Brown, según la agencia local APNZ. Eso sí, justo antes de hacer las presentaciones, la duquesa Catalina vivió un momento muy comprometido, ya que los vientos tradicionales de esta zona provocaron un vuelo de faldas muy tenso. Por suerte, supo salir bien del apuro. Una situación muy parecida a la que vivió la princesa de Asturias en Barcelona esta semana.
Posteriormente la pareja de enamorados, que está a punto de cumplir dos años de casados, realizó una visita por zonas tradicionales y no faltaron actos como el típico saludo, que se realiza frotándose la nariz. Y es que el mal tiempo impidió que el pequeño Jorge acudiese al acto de bienvenida maorí, donde guerreros tatuados y armados con lanzas proferían su grito de batalla. Posteriormente, tanto el Príncipe Guillermo como Catalina participaron en la ceremonia del hongi. Además, también se le vio practicando el rugby, uno de sus deportes favoritos, y que es también el deporte rey en Nueva Zelanda.
¿Futuros jefes de Estado?
Los duques y el bebé de ocho meses, que realiza su primer viaje fuera del Reino Unido, permanecerán diez días en Nueva Zelanda, en una visita que le costará a los contribuyentes más de un millón de dólares (752.124 euros). Y es que este país es una antigua colona británica, y si estos dos países no modifican su estatuto actual por el de república, el Príncipe Jorge se convertirá algún día en jefe de Estado de Nueva Zelanda y Australia. Algo a lo que los habitantes no están muy dispuestos.
