Princesa Letizia: rechazada en una recepción oficial por un representante del Congo. La Princesa de Asturias ha sido la protagonista de un desplante en una recepción oficial que tuvo lugar ayer en el Palacio Real. Los Reyes ofrecían la tradicional recepción al cuerpo diplomático acreditado en España por motivo del comienzo de un nuevo año. Durante el intercambio de saludos entre la Familia Real y los invitados, uno de los representantes del Congo ofreció la mano a Doña Letizia y, en el momento en el que ella iba a estrecharla, se la retiró. Este desprecio ha sido calificado de “despiste” por la Casa Real.
La recepción, que se lleva a cabo todos los años en el Palacio Real para el cuerpo diplomático acreditado en España con motivo del Año Nuevo, hubiera pasado desapercibida, de no ser por la actuación de uno de los representantes del Congo. Este hizo el saludo protocolario correspondiente al Rey Juan Carlos, a su mujer, la Reina Sofía, y al Príncipe Felipe. Cuando llegó a la Princesa de Asturias le ofreció la mano y, como si se arrepintiera en el último momento, se la retiró, sin que Doña Letizia tuviera la oportunidad de estrechársela. Ante tal actitud, la Princesa Letizia mantuvo la compostura y se mostró resignada.
Tampoco el embajador de Irán, Morteza Saffari Natanzi, dio la mano ni a la Princesa de Asturias ni a la Reina Sofía, aunque sí les dedicó una reverencia. Pero esta situación es ya habitual, puesto que los representantes de este país, por motivos de religión, no tocan a las mujeres en público.
La Casa Real y los medios de comunicación españoles han calificado este desplante como “anécdota” y “despiste” y tampoco ha trascendido a las redes sociales. Quizá, con esto, lo que pretende la Familia Real, que hace poco hizo públicas sus cuentas, es alejarse del foco de la noticia, lo que le está resultando muy difícil últimamente debido a los problemas con la justicia de lñaki Urdangarín.
El acto fue también importante para otra mujer: Elvira Fernández, la mujer de Mariano Rajoy, ya que era su primer acto público como primera dama española. La esposa del Presidente del Gobierno mostró, una vez más, su característica discreción y su saber estar.
