6 consecuencias negativas de los deberes en los niños

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Ya somos muchas las madres que nos quejamos de la montaña de tarea que traen nuestros hijos a casa. A muchas se nos parte el corazón al ver que, tras un duro día de colegio, tienen que sacrificar tardes enteras para completarlas. Lo peor es que, cuando hablamos con los profesores, la única explicación que nos facilitan es que “todos los niños del país lo hacen igual”. Pero que todo el mundo lo haga no es motivo suficiente para que sea adecuado. Te mostramos las 6 consecuencias negativas de los deberes en los niños.
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Disminuye su rendimiento en clase

Si tras 8 horas lectivas los niños deben emplear 3 horas más en realizar un montón de tareas, es lógico pensar que al día siguiente no podrán rendir tanto como deberían. Además, no sólo arrastran cansancio, sino también el estrés provocado por esta rutina que tan poco tiempo deja a jugar y disfrutar.
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No mejora el sentido de la responsabilidad

Contrariamente a lo que se piensa, los deberes no mejoran el sentido de la responsabilidad, sino que únicamente enseña a hacer lo que su superior le pide. Para desarrollarla es necesario que esté presente la voluntad propia, pero en este sistema educativo donde prima la obligación y no se hace hincapié en despertar interés, sólo se muestra en raras ocasiones.
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Abandona sus hobbies

Con todo el tiempo que dedican a su educación, los niños comienzan a vivir únicamente para completar sus tareas y dejan a un lado sus hobbies y talentos. Pero no sólo se debe a la falta de tiempo, sino también al estrés y la ansiedad acumulados.
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A más tiempo, menor aprendizaje

Un mayor tiempo de estudio implica un menor aprendizaje, y es que el cerebro necesita un tiempo de descanso para digerir toda la información recibida. En caso de no darle este espacio de asimilación, los conocimientos no se cimentarán. Además, muchos de estos contenidos serán olvidados rápidamente, ya que son aprendidos por obligación y no por interés propio.
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Aprenden a discriminar

Los problemas de clase suelen ser muy discriminatorios al incluir ejercicios con familias tradicionales, es decir, con padre, madre y dos hijos perfectos. Pero hay que volver al presente y aceptar que existen nuevas estructuras familiares, y estos ejemplos sólo crean una falsa idea de lo que es perfecto, provocando que un niño fuera de esta estructura tradicional se sienta distinto.
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Enfrentan a padres e hijos

La primera medida de los profesores cuando el niño no hace los deberes es pedir a los padres que pongan mano dura en casa. Esto hace que, a ojos del pequeño, los padres se conviertan en cómplices del profesor, haciéndoles sentir igual de tensos que en clase. Pero no sólo eso, sino que también reducirá el tiempo de ocio familiar. Si te encuentras en esta situación, trata de hacerlo todo lo más liviano posible buscando otros caminos para aprender lo que el profesor enseña en clase, como yendo de excursión a plena naturaleza o practicando todo tipo de actividades en familia.
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