Abordar la celiaquía en el cole es fundamental, tanto por las cifras de prevalencia -se estima que un 1% de la población es celíaca- que explican el aumento de los diagnósticos de celiaquía en los últimos años, como para dotar al profesorado y al alumnado de los recursos e información para que los compañeros celíacos puedan comer en el comedor escolar sin riesgos. Por ejemplo, ¿qué hacer cuando un celíaco se intoxica?
Esta es una de las preguntas sobre la celiaquía, una enfermedad autoinmune provocada por el consumo de gluten, a las que da respuesta la guía gratuita online, en su segunda edición, editada por Celicidad. Los celíacos no pueden tomar gluten, proteína presente en cereales como trigo, cebada, centeno y sus derivados, y todos aquellos alimentos que lo incluyen entre sus ingredientes.
Niños celíacos en el colegio
Cuando hablamos de gluten lo relacionamos directamente con la alimentación, pero hay otros riesgos para los niños celíacos en el colegio, y es determinado material escolar. ¿Sabías que la plastilina, ceras, acuarelas o pinturas pueden contener gluten? Para evitar que los niños se lleven las manos a la boca después de manipular este tipo de material escolar lo más recomendable es utilizar plastilina, ceras y pinturas sin gluten. Si lo utilizan, lavarse siempre las manos al finalizar.
Otro de los riesgos a evitar es la contaminación cruzada, especialmente en el comedor escolar y a la hora del recreo. Aquí es fundamental que los niños sepan que tienen un compañero en clase que no puede comer ciertos productos porque le sientan mal y que ciertos comportamientos en la mesa pueden hacer que su amigo se contamine, como por ejemplo, ofrecerle un trozo de pan o echarle migas a su plato.
Un consejo a tener en cuenta, tal y como recoge esta guía dirigida a la comunidad educativa, es que para la plena integración de los niños con celiaquía las alternativas sin gluten que se ofrecen en los comedores deben ser lo más parecidas posibles al menú con gluten de sus compañeros.
Intoxicación por gluten
Vómitos, diarrea, dolor de cabeza o hinchazón son algunos de los síntomas más comunes de las reacciones por ingesta de gluten. En caso de se produzca una contaminación, o el niño empiece a manifestar estos síntomas, la recomendación es acudir a la enfermería del centro escolar y avisar a los padres, ya que la familia es la que conoce los síntomas que las contaminaciones por gluten producen en el niño.
En caso de contaminación cruzada (en las aulas, en el comedor…) conviene evaluar qué ha sucedido para tratar de que no se repita.
