Cómo dormir a un bebé: Trucos y consejos tradicionales

Cómo dormir a un bebé puede convertirse en una ardua tarea, especialmente para los padres primerizos. No todos los niños concilian el sueño con la misma rapidez, y también es importante saber diferenciar el llanto del bebé por si alguna otra causa le robara el sueño (cólicos, gases, hambre…).

El reducir su tiempo de siesta con la idea de que duerma más por la noche no es la mejor solución, porque ese mismo cansancio puede dificultar aún más el conciliar el sueño. Hay que recordar que los bebés recién nacidos no diferencian entre el día y la noche, y no será hasta que vayan creciendo cuando su rutina de sueño se regule. ¿Qué hacer si mi bebé no se duerme?

Cómo dormir al bebé en su cuna

Si quieres saber cómo dormir a un bebé, no puedes perderte estos trucos y consejos que te contamos a continuación. Consejos para enseñar al bebé a tener una rutina regular de sueño.

La hora del baño no siempre gusta a los pequeños, pero lo cierto es que consigue relajarlos muchísimo. Calienta la habitación con una estufa, dale un buen baño y ponle ropita limpia. Se sentirá mucho más a gusto y dormirá como los angelitos.

Una luz tenue es ideal para fomentar el sueño. Evita los lugares demasiado luminosos y, si no tienes opción, cubre la cara del bebé con un pañuelo con cuidado y asegurándote de que pueda respirar bien. ¡Se dormirá mucho antes!

Ofrecer al bebé un entorno cercano lo más parecido al útero materno es necesario para que consiga tranquilizarse y sentirse protegido. Al envolver al bebé con una manta conseguirás este efecto, pero es importante que la manta únicamente lo haga sentir acobijado sin llegar a inmovilizarlo, ya que esto podría ser peligroso.

Otra opción, y ésta ya en la cuna, es enrollar dos toallas y colocarlas a ambos lados del bebé, de modo que se sienta protegido. Es perfecto especialmente para evitar que se despierte por sobresaltos.

Si lo dejas en la cuna cuando aún está despierto, el bebé tenderá a ponerse nervioso y probablemente comience a llorar. Pero no sólo eso, sino que acostarlo cuando está totalmente dormido también es perjudicial para él, ya que interrumpe el sueño y, como mínimo, no descansará todo lo bien que debería. Lo ideal es tumbarlo cuando está medio dormido, de modo que pueda acomodarse y dormir sin interrupciones. Además, al colocarlo debes tener siempre en cuenta la posición en la que debe dormir un recién nacido para evitar la temida “muerte de cuna”.

Si tu hijo se duerme justo después de comer, no lo animes a que juegue. De igual manera, no quieras dormirlo cuando está entretenido y bien despierto. Mantener una rutina facilitará muchísimo que se duerma y será beneficioso tanto para él como para ti.

Cada bebé es un mundo y es necesario que descubras en qué situaciones tu hijo está más tranquilo. Algunos niños tienen más predisposición a dormir estando en la cuna, otros en brazos… e incluso algunos se duermen mucho antes en el coche. Es importante que recurras a esta ventaja en aquellas situaciones que te sea imposible dormirlo. También puedes probar algunos de los métodos para enseñar al bebé a dormir solo, como el método Oompa Loompa. ¡Funcionará, seguro!

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