Disturbios de identidad de género en niños: Causas y síntomas

Durante los tres primeros años de vida, los niños definen si se identifican a sí mismos como chicos o chicas. Es desde este momento en el que empieza a hablarse sobre los disturbios de identidad de género, y es que es aquí cuando los pequeños comienzan a sentirse atrapados en el cuerpo equivocado. A veces resulta muy difícil para los padres averiguar que estas emociones se están dando en el interior de su hijo y, lo que es más importante, comprenderlas. Por ello, queremos enseñarte cuáles son las causas y los síntomas que te ayudarán a detectar los disturbios de identidad de género en niños.

CausasHay diversas causas que pueden desencadenar en los niños un disturbio de identidad de género. Entre ellas, una de las menos comunes y que más raramente se dan son los trastornos psicológicos ocasionados por un evento traumático, como puede ser el abuso sexual. Sin embargo, raramente se dan estos casos, siendo la causa más frecuente la propia personalidad y el entorno del pequeño.
Lo primero que hay que comprender es que muchos de los comportamientos de los niños son impulsados por la curiosidad, ya que aún no han sido alcanzados por los estereotipos que existen sobre las cosas que corresponden a hombres y mujeres. Esto hace que este momento sea crucial para el pequeño, ya que mostrará qué es lo que realmente le llama la atención y con qué se siente más a gusto.

SíntomasUn caso típico que te ayudará a detectar a temprana edad este disturbio de identidad sexual es que un chico juegue con muñecas o quiera vestir tacones, o que una chica quiera jugar al fútbol. No es infalible porque, como ya hemos dicho, los niños prueban cosas nuevas por pura curiosidad. El caso del niño jugando con muñecas comienza a ser un indicio cuando la acción se repite a lo largo del tiempo y se le suman otras como el gusto por ropa y complementos femeninos, o los respectivos al género opuesto. Es muy importante hablar con tu hijo para saber por qué lo hace, porque puede ser únicamente un gusto más y no tener nada que ver con su identidad de género. Habla con él con confianza y una mente abierta para descubrir qué es lo que ronda por la cabeza de tu pequeño.

RecomendacionesLo más importante en cualquier caso es no dramatizar. El disturbio de identidad de género no es una patología ni un trastorno clínico, sino una elección personal del pequeño que depende de su personalidad y de las cosas que lo hacen feliz. Si como madre buscas encaminarlo para que tenga preferencia por las cosas que deberían gustar a los hombres sólo conseguirás reprimirlo y que siga haciéndolo a tus espaldas. Además, esta actitud por parte de los padres puede derivar en auténticos problemas psicológicos, como la depresión, la ansiedad crónica o el aislamiento. Es muy recomendable que os informéis para que sepáis todo lo necesario sobre la transexualidad, comprendáis muy bien por qué se da y aprendáis a aceptarlo. Después de todo, la felicidad de un hijo siempre va a ser lo primero.

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