Estreñimiento en bebés: ¿Cómo tratarlo?

Hoy te contamos cómo tratar el estreñimiento en bebés, un trastorno que afecta a los más pequeños de la casa y que les causa sensación de malestar y llanto continuo.

Qué es el estreñimiento en bebés

Según los pediatras, el estreñimiento en bebés es la dificultad o imposibilidad de evacuar las heces de forma natural. Durante los primeros meses de vida del pequeño, los músculos del intestino no son muy eficientes ya que no han madurado lo del todo, lo que puede dar origen a episodios de estreñimiento más o menos duraderos.

Síntomas del estreñimiento en bebés

Llanto continuo, irritabilidad, movimiento constante de las piernas e, incluso, enrojecimiento y gestos de esfuerzo son algunos de los síntomas más comunes cuando el bebé tiene estreñimiento, un trastorno que puede ser realmente molesto y que puede llegar acompañado de gases y de cólicos. Es importante consultar lo antes posible al pediatra para evitar que el estreñimiento vaya a más, un trastorno que puede aparecer incluso en las primeras semanas de vida.

Durante los primeros días, el bebé evacuará al menos 3 veces al día; en caso contrario, puede que esté recibiendo una alimentación escasa. Si durante uno o varios días no se producen deposiciones y, al volver a hacerlas, las heces están secas y duras, detrás puede haber un problema de estreñimiento. En torno a los 4 meses, cuando el bebé comienza con una alimentación más rica en fibra (purés, compotas…), los problemas de estreñimiento tienden a desaparecer; la frecuencia de las deposiciones, así como la consistencia y el aspecto de las heces, va a depender en gran medida de los alimentos que consuma.

Debes tener en cuenta que si alimentas a tu bebé con leche materna tienes menos opciones de que sufra estreñimiento ya que esta leche es más fácil de digerir y tiene una hormona (motilina) que aumenta el movimiento de los intestinos.

Cómo tratar el estreñimiento en bebés

¿Qué hacer en caso de estreñimiento? Como remedio natural se puede rebajar con un poco de agua extra la fórmula del biberón, consultando al pediatra la cantidad idónea de agua a incluir en el biberón. Otra solución son los baños de agua templada, acompañados de un masaje suave haciendo movimientos circulares con las manos sobre la zona de la tripita del bebé, para activar el tránsito intestinal. Un masaje en la espalda también resultará relajante para el bebé y puede ayudarle a evacuar con menor dificultad.

Prueba a mover las piernas del pequeño con movimientos circulares, lograrás que los músculos del estómago se activen y presionen de manera suave a los del intestino.

En cuanto a los biberones, otra alternativa son las leches que podemos comprar con efecto antiestreñimiento. Se puede recurrir también al supositorio de glicerina. En ambos casos, es importante contar con la opinión del pediatra.

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