Homeopatía infantil: ¿Cuándo podemos recurrir a ella? Los medicamentos homeopáticos pueden ser una alternativa para tratar ciertos síntomas en los más pequeños y que, por sus efectos secundarios, no se puede recurrir a los fármacos convencionales o, como sucede en otros casos, solo están indicados para adultos. Y la homeopatía no solo es una alternativa eficaz en los casos de afecciones respiratorias o digestivas, sino también en los casos de problemas del sueño, irritabilidad o ansiedad, un trastorno que, aunque pueda resultar curioso, también afecta a los más pequeños.
La homeopatía es una alternativa que puede ayudar a tratar, siempre bajo consejo o prescripción del homeópata, síntomas de determinados trastornos de la salud de los más pequeños. Antes de tomar un medicamento homeopático hay que conocer los síntomas, qué los desencadena, en qué momento se producen, qué los mejora o qué los empeora. Los usos más conocidos de los medicamentos homeopáticos son las afecciones respiratorias (resfriados, tos, otitis) y digestivas, entre ellos, la más común la gastroenteritis infantil. Medicamentos, cabe recordar, que carecen de efectos secundarios y cuya función básica es estimular las propias defensas del organismo, por lo que la homeopatía se basa en tratamientos individualizados.
La irritabilidad, la ansiedad, el insomnio e, incluso, las pesadillas, se pueden tratar con homeopatía. Trastornos emocionales o del comportamiento para los que no se dispone de tratamientos farmacológicos que se puedan administrar a los más pequeños. Aunque comúnmente se cree que trastornos como la ansiedad o el estrés son propios de los adultos, lo cierto es que los más pequeños también son vulnerables a padecerlos. En concreto, tal y como señalan los especialistas en pediatría, la irritabilidad es una de las manifestaciones más frecuentes de estados de ansiedad en los niños. La ansiedad también está presente en otra etapa importante del crecimiento, la pubertad.
Estrés e insomnio en niños
¿Qué puede provocar estrés en los niños? Múltiples situaciones, desde las exigencias escolares, la separación de los padres o la pérdida de un ser querido. El estrés puede llegar acompañado de otros síntomas o manifestaciones físicas, como dolor de estómago, dolor de cabeza, pérdida de apetito, problemas de sueño, y también síntomas emocionales, como llanto o tendencia al aislamiento.
Un trastorno más común de lo que se piensa entre los niños es el insomnio. Trastorno del sueño que también se puede tratar con homeopatía, al igual que las pesadillas que les impiden dormir, sobre todo cuando son muy pequeños.
La homeopatía también puede ser un aliado para mejorar el estado anímico del niño en los casos de tristeza, al igual que responde bien en los casos, relativamente frecuentes, de tics en los niños y adolescentes.
Además de su eficacia en el tratamiento de determinadas dolencias, otra de las ventajas de los medicamentos homeopáticos es su forma de administración. La más frecuente, y cómoda, son los gránulos que se colocan debajo de la lengua. Un método que permite un sencillo uso del medicamento.
