No quiero ser madre: ¿Soy un bicho raro?

No quiero ser madre
No quiero ser madre: ¿Soy un bicho raro? Existen muchas mujeres tanto en nuestro país como en el resto del mundo, que a su edad adulta, con o sin pareja, deciden no tener hijos por cualquier motivo, y tienen que soportar las críticas de los de su alrededor, que la gente piense que en realidad no pueden ser madres, o la típica frase que dicen: “Se te va a pasar el arroz”, entre otras cosas. Si este es tu caso, lejos de sentirte como un bicho raro, plántales cara y lucha por tu libertad de decisión, ya que tu elección cada vez es más común entre las mujeres de tu edad, y ya no tienes por qué ser madre si no quieres.
Cada día es más común que las mujeres jóvenes de nuestra sociedad decidan no tener hijos para dedicarse a otras muchas cosas; una vida más acomodada sin tener que hacer frente a los gastos del bebé durante el primer año, un físico más cuidado, mayor tiempo libre, o el trabajo. Puede ser una actitud egoísta, pero a estas alturas, si has decidido no ser madre no tienes por qué soportar que la gente te lleve la contraria.
 
Corinne Maier es una psicoanalista y ensayista francesa que ha escrito el libro ’40 razones para no tener hijos’, una obra por la que tuvo que escuchar que era una mujer sin sentimientos, y ha declarado recientemente a una entrevista concedida a la agencia DPA: «Teóricamente y en la actualidad, una mujer puede decidir libremente sobre su maternidad. Pero en realidad, se trata de una presión social», añadiendo: «Para ser ‘normal’ y una ‘buena ciudadana’ se supone que una mujer ha de tener hijos. Y desde el momento en que nace, se espera que se muestre feliz con la maternidad, que diga que ha cambiado su vida o que ahora es una mejor persona”.
 
Además Corinne ha explicado: «No sé por qué la sociedad sencillamente no entiende la falta del deseo de hijos. Quizá porque los niños son nuestra última religión. En Europa ya no creemos en Dios, ni en el progreso, tenemos miedo del futuro…. así que los niños son nuestra última esperanza. Y se supone que debemos desearlos y amarlos».
 
Por su parte, la filósofa Elisabeth Badinter comentó recientemente: «En realidad han hecho el cálculo entre el placer y las dificultades de ser madre. Han tenido en cuenta los compromisos a los que no se sentían capaces de hacer frente, lo que demuestra gran responsabilidad al renunciar a ser madre».
 
Si hablas con cualquier madre reciente, ésta te dirá que su hijo es lo mejor que te ha pasado en la vida, pero en realidad estás viendo a una persona a la que le ha cambiado el cuerpo, el tamaño de los pechos, se arregla mucho menos, tiene ojeras a causa del llamado insomnio infantil, y está estresada, ¿es que no tenemos derecho a renunciar a eso?

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