Organiza tu semana: 5 pasos para conservar la comida de tu bebé

A veces no tenemos tiempo de hacer comida diariamente para nuestro bebé. Sin embargo, no queremos renunciar a darle comida casera, ya que ésta siempre es más nutritiva. Conservar la comida de tu bebé es una solución práctica que se adapta a tus tiempos sin renunciar a los beneficios de la comida hecha en casa.

La conservación de los alimentos es una tarea fácil pero hay que conocer el proceso adecuadamente para que los alimentos no pierdan sus vitaminas y propiedades nutritivas. Te contamos cómo hacerlo adecuadamente en 5 sencillos pasos. Sólo necesitarás unas cubiteras y bolsas de plástico con cierre hermético.

Conserva la comida de tu bebé

  1. Dedica un día a cocinar diferentes purés, papillas y potitos caseros para tu bebé. En función de su edad, deberás introducir unos alimentos u otros. Esto siempre debes consultarlo primero con tu pediatra y no olvidar que si vas a introducir alimentos nuevos a tu bebé, debes hacerlo uno por uno y esperar unos tres días para asegurarte de que no le provocan alergia.
  2. Una vez que hayas cocinado todas tus recetas deja que enfríen aquellas que estén calientes. Si metes al congelador un alimento caliente la temperatura del congelador aumenta, por lo que afecta negativamente a la conservación de los alimentos que tienes en el mismo.
  3. Echa tus preparados en cubiteras de hielo. Deja que congelen. Los alimentos cuya preparación no necesitan calor, deben introducirse en el congelador lo antes posible. Los que se preparan en calor, una vez que se enfríen se deben introducir rápidamente al congelador para que no se pierdan las vitaminas de los alimentos. Si lo prefieres, puedes congelar tus preparados en tarros de cristal grueso con la medida de cada porción. Tápalos y mientras esperas que se enfríen déjalos boca abajo para dejar que se elimine el exceso de aire que quede dentro del tarro.Así, se favorece una mejor conservación de los alimentos.
  4. Una vez congelados los cubitos de tus diferentes recetas puedes comenzar a separarlos en bolsas de cierre hermético, tratando de sacar todo el aire que sea posible antes de cerrarlos del todo. Cada cubito corresponde a una onza, que es la medida estándar de una ración para un bebé de unos 6 meses, pero depende del peso del bebé, así como de su edad, por lo que tu pediatra deberá decirte la cantidad de alimento diario que tu bebé necesita.
  5. Debes anotar en las bolsas las fechas de preparación de los alimentos, para llevar un control del tiempo que tienen congelados. Los preparados con frutas y vegetales pueden durar congelados de seis a ocho meses. Las proteínas como el pollo, la carne de vaca y el pescado pueden durar de uno a dos meses en el congelador conservando todos sus nutrientes.

Consejos para la descongelación

No sólo la congelación de los alimentos es importante, sino también cómo se descongelan. En este caso, las papillas, purés o potitos caseros deben descongelarse un día antes en la nevera. Así, el proceso de descongelación será gradual y lento y los preparados no perderán sus propiedades. Una vez descongelados, puedes sacarlos a temperatura ambiente un rato antes de que dárselo a tu bebé. Así, no necesitarás volverlo a calentar y conservarás mejor todas las propiedades de la receta.

Tips: puedes preparar los alimentos de tu bebé semanalmente o cada 15 días. Lo ideal es que prepares una buena cantidad de cada receta para que de una vez puedas conservar varias raciones. Otro consejo es etiquetar los días de la semana en la que le darás los alimentos a tu bebé, incluso si es para desayuno, comida, merienda o cena.

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