Principales problemas que podrías enfrentar en la guardería de tu hijo

Ir a la guardería es, sin duda, un paso importante en el proceso de educación, adaptación y socialización del niño. La guardería es un espacio ideal para crear buenos hábitos y asentar las bases de una buena educación. Las ventajas son extensibles a los padres, ya que la guardería facilita en los primeros años del niño la conciliación de la vida familiar y laboral. Tan importante como elegir bien la guardería, es decir, la que ofrezca los servicios que mejor se adapten a las necesidades del niño y la que mayores garantías de calidad y seguridad nos brinde. De igual manera, aunque estemos convencidos de haber acertado en la elección, pueden surgir algunos problemas a los que como padres nos tendremos que enfrentar. Vamos a ver algunos consejos para aprender a identificar las situaciones.

Problemas de adaptación

Ir a la guardería no es un paso fácil para todos los niños, ya que el separarse de los padres puede generar sentimientos de ansiedad o temor, por lo que hay que tener paciencia y transmitir confianza y seguridad al niño. Si llora al recogerlo o, si por ejemplo, sufre un retroceso en su desarrollo (pérdidas de orina), hay que vigilar más de cerca porque la ansiedad puede estar pasando factura a su salud. El periodo de adaptación suele durar unos días, si bien para quedarnos más tranquilos podemos pedir a la guardería que nos deje observar al niño durante un rato después de nuestra marcha, para ver cómo reacciona.

Catarros continuos

Si un niño tiene catarro, el resto de los niños de la guardería también tendrán. De hecho es normal que tengan más de un catarro durante el curso escolar, sobre todo porque su sistema de defensas es más vulnerable al ser todavía inmaduro. Eso sí, hay que tener especial cuidado si el niño tiene algún otra enfermedad crónica, como asma o antecedentes de prematuridad. En estos casos conviene consultar al pediatra sobre la conveniencia de llevar el niño a la guardería. No solo catarros, hay otros trastornos que también se contagian con facilidad, como las diarreas.

Problemas de comportamiento

Algunos niños cuando empiezan a ir a la guardería pueden mostrarse más irritables o agresivos con otros niños. En este caso los motivos pueden deberse a que tiene una personalidad dominante o bien responder a una excesiva protección por parte de los padres. El niño tendrá que aprender a convivir con otros niños, a resolver sus conflictos de manera pacífica y, sobre todo, a respetar unas normas y a ser educado con sus compañeros y cuidadores y profesores.

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