Riesgos durante el embarazo en el trabajo: ¡Evítalos!

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¿Cómo evitar los riesgos en el trabajo durante el embarazo? En primer lugar, vamos a identificar cuáles son esos riesgos y qué consejos podemos poner en práctica para evitarlos. Consejos como hacer pausas cada hora o evitar permanecer mucho tiempo en la misma postura.
 
Durante el embarazo, la mujer puede estar expuesta a una serie de riesgos laborales, los cuales no solo se pueden prever, sino que se pueden evitar, por ejemplo, realizando paradas de 5 minutos cada hora o tomando pequeñas cantidades de alimentos a lo largo de la jornada.
 

Embarazo: riesgos en el trabajo

Uno de los principales riesgos durante el embarazo es permanecer durante mucho tiempo en la misma postura (de pie o sentada). También hay que evitar utilizar las escaleras de manera frecuente. De igual manera, hay que evitar la exposición a los materiales de plomo y derivados, así como a radiaciones ionizantes o derivados del mercurio. Lógicamente, la exposición a estos materiales y otras sustancias perjudiciales dependerá del tipo de trabajo.
 
Los médicos también aconsejan evitar la exposición a las temperaturas elevadas (por encima de los 36 grados centígrados) o por debajo de los ceros grados durante gran parte de la jornada laboral. Hay una postura, colocarse en cuclillas, que conviene evitar a partir de las semana 26 de gestación.
 
Los trabajos que impliquen exposiciones de ruido por encima de los 80 decibelios, a partir de la semana 20-22 de gestación, podrían suponer un riesgo para el futuro bebé.
 

Peso durante el embarazo

El peso es uno de los aspectos esenciales que la mujer embarazada debe tener en cuenta. Si el embarazo transcurre sin problemas, y salvo que el ginecólogo haya recomendado lo contrario, hasta la semana 18-20 de gestación se pueden levantar hasta los 15 kilos. A partir de esta semana, se debe evitar levantar peso, aunque sean menos de 10 kilos siempre que se haga de manera repetitiva.
 

Prevención de riesgos laborales durante el embarazo

Es importante realizar una evaluación de los riesgos que pueden influir negativamente en la salud de la mujer embarazada durante su jornada laboral, tal y como además recoge la ley. Si se detecta que hay un riesgo para la seguridad y salud o una posible repercusión sobre el embarazo se debe, en primer lugar, adaptar las medidas necesarias para evitar la exposición a a dicho riesgo, a través de la adaptación de las condiciones de trabajo o del tiempo de trabajo. Los riesgos a evaluar se dividen en cuatro:

  • Físicos: choques, vibraciones, movimientos bruscos, ruidos, radiaciones, temperaturas extremas de frío o calor.
  • Químicos: mercurios, plomo y derivados, agentes químicos e industriales…
  • Biológicos: virus de la viruela y toxoplasma.
  • Ergonómicos y psicosociales: manipulación manual de cargas, posturas y movimientos forzados, trabajo nocturno, trabajo a turnos, fatiga mental y física.

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