Bonsai Ficus Benjamina: Cuidados especiales

Los Ficus pertenecen a la familia de las plantas moráceas (Moraceae), pero no está muy claro cuantas especies existen dentro de ella (se calcula que puede haber entre 800 y 2.000). Una de las más conocidas es el Ficus Benjamina, un bonsái que también recibe el nombre de Ficus enano o Amate. Se pueden encontrar en cualquier país tropical aunque es originario de la India.
¿Te lo han regalado? ¿Después de mucho pensártelo has decidido que quieres empezar a cultivar esta especie? En cualquiera de los dos casos te vendrá de maravilla esta guía práctica con consejos específicos sobre como cuidar un bonsái Ficus benjamina. Síguelos al pie de la letra y conseguirás que te dure tantos años como estos.
Los Ficus benjamina son de hoja perenne, y su tronco es de color gris con una textura muy suave y lisa. Sus hojas tienen forma ovalada, con un pequeño saliente en la punta y son muy brillantes. Puedes darle forma de escoba o cascada a su copa.
Iluminación
A los benjamina les gusta estar en lugares bien iluminados pero donde no reciban luz directa, de hecho toleran la sombra bastante bien.
Temperatura
Es un árbol tropical, procede de la India, así que ya supondrás que tendrás que ponerlo dentro de casa, al menos durante los meses de invierno. Es una de las especies de interior por excelencia. Con temperaturas inferiores a los 13°C su crecimiento se detiene, y si baja de los 4°C, los daños comienzan a ser visibles. Pero ojo tampoco es amigo del calor extremo. Los 26°C son su tope. No le gustan los cambios bruscos, si se producen, se le caerán las hojas.
Sustrato y abono
La tierra debe estar formada por un 60% de mantillo, un 10% de turba y un 30% de arena gruesa o de algún otro material que haga su función. El abono también es importante. De primavera a otoño, deberás ponérselo cada 25 o 30 días; en otoño e invierno puedes espaciarlo más. Con que realices esta tarea cada 40 o 60 días será más que suficiente.
AguaDebes regarlo siempre que el sustrato esté seco, esto suele producirse cada 3 o 4 días durante el invierno. En verano será necesario que lo riegues a diario (a no ser que la tierra siga húmeda) y que pulverices las hojas con agua en días alternos.
Poda y alambrado
La poda siempre debe llevarse a cabo en primavera. Tendrás que retirar los brotes y las ramas en las que el tallo tenga unas 4 o 6 hojas. Deja solo dos. No necesitarás utilizar pasta selladora para los cortes porque los Ficus emanan un látex por sus heridas que les ayuda a cicatrizarlas. Cuando vaya a comenzar el verano será necesario repetir el proceso de poda.
En cuanto al alambrado, puedes hacerlo en cualquier época del año. Las ramas son bastante dóciles y no te costará mucho conseguir que se fusionen. Será necesario que protejas la corteza. Retira el alambre al cabo de un mes y medio o dos meses

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