Estudiar y trabajar: consejos para compaginarlo

Trabajar y estudiar
Estudiar y trabajar: consejos para compaginarlo. Estudiar mientras se trabaja es una de las opciones que más mérito tiene y más satisfacciones otorga para aquellos que lo hacen, puesto que su sacrificio, su esfuerzo y su programación diaria ve que tiene resultados y que obtiene aquello que se propone. Trabajar y estudiar a la vez es todo un reto sólo apto para personas con espíritu luchador, entusiastas y que luchan por aquello que se proponen. Si tú eres una de esas personas y consideras que es una buena oportunidad para compaginar tu trabajo con unos estudios, aquí te damos las claves para que lo puedas llevar a cabo.

 
En los tiempos que nos encontramos, lo cierto es que es muy difícil hacer cualquiera de las dos cosas que nos proponemos en este artículo: trabajar y estudiar.

 
La primera de ellas, el trabajo, ni falta decir que es todo un privilegio para todos aquellos que tienen uno, pese a que también supone un estrés añadido por los problemas que existen dentro de las empresas y los que se ven fuera de ellas, por la cantidad de carga de trabajo, por el miedo a perderlo, etc.

 
Por otro lado se encuentran los estudios, cuyas tasas se han disparado siendo ya considerado un privilegio el poder optar a un puesto en las aulas debido al elevado coste que supone actualmente.

 
Pero si eres de las luchadoras o luchadores, que no se dan por vencidos y que piensan en positivo sin perder ni un momento de su tiempo y, además, consideras que estudiar y trabajar a la vez es posible que sepas que hay mucha gente como tú que lo consigue.

Solamente hace falta: organización, esfuerzo y mucho entusiasmo.

¿Cómo compaginarlo?

 
El principal problema al que te enfrentarás si decides compaginar ambas actividades serán los horarios. Si tienes un horario de mañana en el trabajo, bastará con buscarte un curso de tarde para los estudios que te permita acudir a las clases en caso de que sean presenciales.

 
Acudir a clase regularmente, pese a que a veces no tengas ganas o no estés motivado es muy importante ya que la explicación del profesor supone un primer estudio de la materia.

 
Si tienes un horario de turnos, donde unos días trabajarás de mañana y otros de tarde o noche, lo mejor será que primero hables con quien sería tu tutor para conocer la posibilidad de tener todos los conocimientos y apuntes de la clase sin necesidad de asistir todos los días a las mismas. En este caso te encontrarás profesores para todos los gustos, y mientras algunos entenderán tu situación otros te pondrás trabas.

 
Si consideras que el tiempo que te quitan las clases es superior al que te permite tu situación para llevar los trabajos al día te recomiendo que optes por otro tipo de vías de estudio.

 
Las universidades a distancia están especialmente preparadas para que puedas compaginar tu trabajo diario con las horas de estudio, de tal forma que unos días a la semana tendrás unas tutorías a las que podrás asistir para expresar tus dudas en cuanto a las materias o bien, seguir estudiando en casa por tu cuenta.

 
Una vez que tenemos compaginado el día a día entre horas de trabajo y horas de clase, has de tener claro que no dormirás muchas horas, ya que los trabajos de clase diarios no se pueden hacer solos, pero el sacrificio tendrá una recompensa.

 
Lo importante de todo es encontrar en el estudio una obligación similar a la de asistir a trabajar, ya que al principio comenzamos con muchas ganas, como los niños en su primer día de cole que no quieren que les falte de nada y están entusiasmados con la nueva etapa, sin embargo, estas ganas van disminuyendo a medida que va pasando el tiempo y nos vemos más cansados, fatigados y apurados de tiempo.

 
Los fines de semana son los días clave para ponerte al día en el estudio y para avanzar aquello que durante la semana es más costoso.

 
Por otro lado, la cercanía de la escuela o universidad donde estudiemos será importante para poder evitar pérdidas de tiempo, tanto para volver a casa como para asistir a las clases.

 
De todas formas, aunque tu vida va a ser frenética en el momento que decidas dar el paso, no pierdas la oportunidad de disfrutar de ti y de descansar ya que de otro modo entrarás en una dinámica que puede llegar al agobio y por lo tanto a la ansiedad perjudicándote de tal forma tus estudios y tu trabajo.

 
Organiza tu agenda como lo harías para tu hijo, gestiona tu tiempo de la mejor forma posible y seguro que podrán conseguirlo.

 
Sabemos que es muy difícil, pero será un beneficio personal único. ¡Tú puedes hacerlo!

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