¿Estás cansada de la típica tarta de queso? Pues toma buena nota de esta receta con acento japonés que te vamos a dar. Con ella vas a conseguir darle un toque más exótico y rico a la tradicional tarta. Te darás cuenta que queda un pastel fino y esponjoso y sencillo de hacer. Si además la acompañas con algo de mermelada de fresa o de frutas del bosque se convierte en irresistible. Vamos a por ella.
Esta tarta de queso japonesa es muy fácil de hacer y el resultado te va a sorprender. Si no has estado en Japón, seguro que vas a querer hacerlo. Ellos también la llaman Soft Cotton Cake. Y se hace con los mismos ingredientes de siempre y con los mismos pasos, pero con el filtro japonés.
Ingredientes
- 250 g de queso crema
- 6 huevos separados en yemas y claras
- 140 g de azúcar molido o en polvo
- 60 g de mantequilla
- 100 ml de leche
- 60 g de harina para repostería
- 20 g de almidón de maíz (Maizena)
- Ralladura de 1 limón
- 1/4 de cucharadita (1g) de crémor tártaro o 1 cucharadita de zumo de limón
- Una pizca de sal
Elaboración
- En el vídeo puedes a ver a la youtubera como lo hace. Es fácil. Primero, tienes que precalentar el horno a 200 ºC. Engrasar bien todo el molde por dentro con mantequilla y enharinar después, sin dejar ningún resquicio. Poner un redondel de papel de horno tapando el fondo.
- Calentar agua en una olla. Apagar el fuego y colocar encima de la cazuela un bol en el que mezclar la masa. Luego echar el queso crema y la mantequilla en el bol, dejar que se ablanden ligeramente y batir hasta conseguir una crema homogénea. Añade la mitad del azúcar en polvo, las yemas y la leche, batiendo perfectamente después de cada adición. Agregar la sal y la ralladura de limón.
- Tamizar aparte la harina junto con el almidón de maíz y luego montar las claras en otro recipiente hasta que esponjen. Añadir entonces el crémor tártaro o el zumo de limón que lo sustituye. Batir de nuevo y agregar la otra mitad de azúcar molido. Montar hasta conseguir picos blandos.
- Agrega la harina y el almidón tamizados a la masa de queso, yemas y azúcar. Mezclar bien. Añade las claras montadas poco a poco.
- En una fuente al menos tres cm más grande que el molde colocar un trapo en el centro. Poner el molde encima (protegerlo si es necesario previamente para que no le entre agua) y verter en la fuente agua caliente hasta un tercio de la altura del molde.
- Poner la fuente con el molde en la altura más baja del horno. Cocer al baño maría a 200 ºC durante 18 minutos, bajar después la temperatura a 160 ºC durante 15 minutos y luego apagar completamente el horno. Dejar transcurrir media hora con el pastel dentro y abre la puerta del horno para que se enfríe. Desmolda y a comer.
¿Qué te ha parecido? Notarás que es la típica tarta, a la que la pones por ejemplo arándanos, pero más gustosa, con más sabor y esponjosa.
