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No solo la falta de sueño nos roba energía. Hay otros hábitos que, sin saberlo, también nos hacen más proclives a sentirnos fatigados. De manera inconsciente, sin saber que en realidad pueden resultar perjudiciales para nuestro anímico, forman parte de nuestros hábitos. En este caso, la mejor prevención pasa por identificar cuáles son las costumbres que nos descargan las pilas, dicho de manera coloquial, y a partir de ahí modificar los hábitos por otros más saludables. De momento, vamos a ver cuáles son las 10 más comunes. [/multipage]
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1. Dormir poco
Dormir bien es fundamental para nuestro organismo, ya que lo contrario puede desestabilizarlo. Una de las primeras consecuencias de la falta de sueño está en el cansancio y en la mayor sensación de hambre. Un buen descanso proporciona al cuerpo la energía necesaria para afrontar bien el día. [/multipage]
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2. No hacer ejercicio físico
La falta de ejercicio físico tiene consecuencias para la salud, y una de ellas es, precisamente, sentirse más cansado al final del día. El ejercicio físico reporta beneficios tanto a nivel físico como emocional. Así, por ejemplo, es el mejor aliado para combatir el estrés y la tensión. [/multipage]
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3. Beber poca agua
Hidratar el cuerpo es esencial, por lo que no hay que esperar a tener sed para beber agua. Si se reduce el nivel hídrico del cuerpo, el oxígeno tarda más tiempo en llegar al cerebro, lo que reduce la concentración y la claridad mental. De hecho, beber poco agua puede provocar dolor de cabeza. [/multipage]
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4. Saltarse el desayuno
De entrada, no hay que saltarse ninguna comida, pero en especial el desayuno, al que debemos dedicarle al menos 20 minutos. Un desayuno nutritivo y equilibrado es fundamental para abastecer al organismo de la energía necesaria para afrontar el día sin problemas. [/multipage]
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5. Ser demasiado perfeccionista
Evidentemente, siempre hay que tratar de hacer bien las cosas, pero cuidado con ser excesivamente perfeccionista, porque esto nos puede robar mucha energía, fuerza y motivación. El no estar satisfecho nunca con el resultado de lo que hemos realizado puede ser una actitud muy negativa. [/multipage]
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6. Comida basura
Los alimentos precocinados, con exceso de azúcar y carbohidratos simples, no son el mejor aliado para una dieta sana y equilibrada. Pero es que además nos roban energía, entre otros, porque al ingerirlos aumentan los picos de azúcar en la sangre, lo que hará que nos sintamos más fatigados. [/multipage]
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7. No decir nunca no
Está muy bien ser generoso y estar siempre a disposición de los demás, pero cuidado, porque no saber decir no puede pasarnos factura, ya que corremos el riesgo de no disponer al final de tiempo para nosotros mismos. Todo debe tener su momento, pero sin que te falte energía para llegar a todo. [/multipage]
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8. No desconectar
Es fundamental adoptar como hábito el dedicar nuestro tiempo libre a recargar las pilas y eliminar el estrés, el peor enemigo de nuestra salud y el que, sin duda, más energía nos acaba robando. Es bueno, de vez en cuando, parar, tomarse un descanso y dedicar tiempo a tu bienestar. [/multipage]
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9. Falta de hierro
La deficiencia de hierro (anemia) en el cuerpo, a causa de una dieta desequilibrada o con niveles bajos en este mineral, puede tener efectos secundarios, tales como debilidad, fatiga e irritabilidad. Para que nuestro cuerpo tenga todos los nutrientes esenciales hay que seguir una dieta equilibrada. [/multipage]
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10. Beber demasiado café y alcohol
El café, tomado con moderación, nos ayuda a estar más despiertos y activos, pero cuidado con excedernos con el número de tazas que que puede resultar perjudicial, especialmente en términos de energía y estado de alerta, al igual que excederse con las bebidas alcohólicas. [/multipage]
