¿Tomar alcohol es bueno o malo? Contrariamente a lo que podríamos pensar, el alcohol con moderación es bueno, por ejemplo una copita de vino con la comida, y puede reportar beneficios para la salud. Descubrimos 10 razones para tomar alcohol con moderación.
Los beneficios de consumir alcohol moderadamente (cantidades limitadas y dentro de una dieta sana y equilibrada) explican, por ejemplo, por qué es bueno para el corazón. La respuesta está en su contenido en antioxidantes que frenan los efectos de los radicales libres y actúan contra el envejecimiento celular. Pero, insistimos, para que el alcohol reporte beneficios no hay que cometer excesos, ya que se conseguiría justo el efecto contrario.
El vino tinto previene el envejecimiento
El vino tinto evita el envejecimiento gracias a su contenido en sustancias como polifenoles, antocianinas y ácidos fenólicos, capaces de luchar contra la acción de los radicales libres, los principales responsables del envejecimiento celular. En otras palabras, es una excelente fuente de antioxidantes.
El alcohol previene la diabetes
Diversas investigaciones científicas han indagado en la relación entre el alcohol (siempre tomado en cantidades moderadas) y la diabetes. Una ventaja en este sentido, por ejemplo, podría venir dada por el hecho de que los antioxidantes serían capaces de reducir los niveles de insulina en la sangre. Los estudios aún no son concluyentes, pero las hipótesis apuntan en particular a los efectos del resveratrol.
El vino es anticancerígeno
Las sustancias beneficiosas contenidas en bebidas como el vino tinto podrían ser capaces de ejercer una especie de acción formativa con respecto a las células. Así, cuando la cantidad de alcohol en el cuerpo aumenta, las células se impulsan a la autodestrucción. Una especie de acto reflejo que podría ser extrapolable, según los expertos, a la prevención del cáncer.
Vino tinto para bajar el colesterol
Vino y colesterol también están relacionados. En este caso un efecto producido por su contenido en resveratrol podría ayudar prevenir el colesterol, es decir, evitar la formación de las moléculas de grasa depositadas en las venas, tal y como han apuntado diversos estudios.
El alcohol ayuda a la digestión
El alcohol es digestivo en algunos casos, ya que ejerce una acción estimulante en el tracto gastrointestinal ayudándole a trabajar mejor. Esta es precisamente la razón que explica la recomendación de tomar una copita de vino para digerir mejor la comida, y ayudar, entre otros, a evitar el síndrome del intestino irritable.
El vino tinto es bueno para el corazón
El vino tinto protege la salud del corazón. Entre otros beneficios, puede ayudar a proteger el sistema cardiovascular y, al tiempo, reducir el riesgo de padecer un accidente cerebrovascular, un infarto y otras enfermedades del corazón.
Alcohol y cálculos renales
El alcohol también puede ser un buen aliado para prevenir la formación de piedras en el riñón. Con un efecto alcalinizante, es capaz de purificar la orina y evitar la formación de los cálculos.
Resveratrol para Alzheimer
Los antioxidantes que se encuentran en el vino pueden proteger a las células del cerebro. De esta manera, cuidando el cerebro, se ayuda a prevenir y retardar la aparición del Alzheimer. Por supuesto, hay que ser muy cauto con el consumo de alcohol, ya que una cantidad excesiva puede tener provocar daños muy serios en la materia gris.
El vino es anticoagulante
Una de las características más desconocidas del vino es que es un buen anticoagulante, aliado en casos de hipertensión arterial. Éste es precisamente uno de los riesgos de padecer trombosis y ataques al corazón.
El vino es antiinflamatorio
El resveratrol del vino tinto puede actuar como un verdadero antiinflamatorio natural. Su acción, de hecho, es capaz de prevenir la formación de dos moléculas, que son responsables de infecciones peligrosas, derivadas precisamente de un estado inflamatorio del organismo.
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