Alcohol y ansiedad ¿Cuál es su relación?

Alcohol y ansiedad
Alcohol y ansiedad ¿Cuál es su relación? Cada vez son más los jóvenes que se inician en el consumo de alcohol a edades más tempranas. No es difícil ver en cualquier ciudad, un fin de semana cualquiera, a grupos de chicos y chicas rodeados de bebidas alcohólicas. En este artículo queremos contaros la relación existente entre el alcohol y la ansiedad, cuya relación es bidireccional. Es una relación muy peligrosa por varios motivos, y es que la ansiedad tiene más importancia de la que en muchas ocasiones se le da y el consumo abusivo de alcohol puede provocar problemas gravísimos en la salud física y psicológica de las personas.

 
No nos podíamos imaginar que el alcohol y la ansiedad tuvieran una relación tan directamente vinculada como la que realmente tienen.

 
Que el alcohol en grandes cantidades y/o de manera continuada en el tiempo puede producir problemas físicos, eso ya lo sabíamos.

 
Que por otro lado generaba problemas psicológicos, también estábamos al tanto de ello, sobre todo en aquellas personas que no conciben estar un solo día sin probar ni gota de cualquier bebida que contenga alguna cantidad de alcohol.

 
Tanto es así, que la alcoholemia es considerada como una de las enfermedades más comunes y problemáticas, tanto para la persona, como para su ambiente familiar.

 
Además de que por el alto contenido calórico del alcohol está absolutamente prohibido para aquellas personas que deseen perder unos kilos.

Pero ¿qué relación existe entre el alcohol y la ansiedad?

 
La ansiedad, esa mezcla de miedo, ira, tristeza, incomprensión, etc. es cada vez más frecuente en nuestra sociedad. Pese a que la población adulta es la más afectada por ella, no son los únicos que la padecen, ya que las situaciones incomprensibles para los niños como por ejemplo los divorcios, los problemas escolares como el bullying, etc, hacen que cada vez más niños y jóvenes se vean afectados por ella.

 
Tratadas por separado, tanto la ansiedad como los problemas con el alcohol son graves. Sin embargo, tratándolos en conjunto suponen un problema aún mucho mayor.

 
La relación existente entre ambas radica en la necesidad que tienen ciertas personas de calmar sus problemas de ansiedad refugiándose en el alcohol, así como también recurren a la automedicación o las drogas. Todas ellas perjudiciales en gran medida para la solución a su problema.

 
El alcohol es el refugio al que muchas personas acuden para reducir la ansiedad, miedo o pánico ante una situación, considerando que de esta forma evitarán estos problemas, sin comprender que no solamente no los evitan, sino que los postponen y además se crea uno probablemente peor: el alcoholismo.

 
Está demostrado que entre el 15 y el 33% de pacientes con trastornos de ansiedad, presencian trastornos de alcoholismo.

 
La relación puede ser biunívoca, es decir, que si nos hemos basado en decir que personas con ansiedad se refugian en el alcohol para paliar sus males, también cabe presentar la situación inversa, en la que los problemas de alcoholismo derivan en situaciones de estrés y ansiedad.

 
Por este motivo, es por el que se conoce a esta relación como “patología dual”. Ya que la relación es directa y bidireccional.

 
Por supuesto, no todas las personas que padecen los diferentes trastornos por separado van a sufrirlos de forma conjunta. Pero es importante resaltar que un gran porcentaje de las personas con estos trastornos padecerá en cuestión de tres años, ambos problemas a la vez.

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