Alzheimer: Ensayo pionero con una vacuna

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Alzheimer: Ensayo pionero con una vacuna. Uno de los avances más esperados en el tratamiento de una enfermedad de la que todavía quedan muchas preguntas sin responder. Por primera vez, se pone en marcha en nuestro país un ensayo clínico en pacientes para analizar la toxicidad de la que podría convertirse en una vacuna pionera en el tratamiento del Alzheimer, la enfermedad del olvido y de los recuerdos. Una enfermedad neurodegenerativa que está directamente relacionada con el envejecimiento.
 
El Alzheimer es la enfermedad del olvido. Los avances en su diagnóstico y tratamiento podrían dar un paso de gigante si los resultados del primer estudio en humanos constatan la viabilidad, eficacia y garantía de la que sería una vacuna pionera en el campo de la medicina. Son muchos los interrogantes todavía sin resolver de una enfermedad que está directamente relacionada con la edad. Sin duda, si los resultados de este ensayo clínico son los previstos, los investigadores habrían ganado unan batalla más en la lucha contra una enfermedad que afecta directamente a nuestro cerebro y a nuestra memoria. Un trastorno neurodegenerativo que afecta aproximadamente al 10% de las personas mayores de 65 años.
 
La investigación lleva sello español, a través del grupo catalán Grifols, el cual ha adquirido la mayoría de la empresa biotecnológica de Aragón Araclon Biotech. El ensayo clínico es un paso más de una larga investigación y tras haberla probado en hasta cinco ejemplares de animales distintos modificados genéticamente (ratones, ratas, perros, conejos y ovejas). Los resultados, tal y como han explicado los propios autores, han constatado que la vacuna no es tóxica y que provoca una respuesta en el sistema inmunitario al producir anticuerpos frente al Alzheimer. Ahora es el momento de probarla en humanos. En una primera fase del proyecto participarán un total de 40 personas, a las cuales se les administrará la vacuna frente a las proteínas denominadas péptidos beta-amniloides y que han demostrado ser claves en el desarrollo de esta enfermedad. Una vez constatado que la vacuna no es tóxica, se pasará a una segunda fase en la que participarán pacientes de diferentes centros hospitalarios y países, con el objetivo de determinar las dosis correctas y constatar si efectivamente ayuda a ralentizar y detener el trastorno neurodegenerativo y la pérdida de la función cognitiva.
 
Además de la vacuna como una de las medidas de tratamiento más eficaces para una enfermedad degenerativa que, a día de hoy, es incurable, la detección precoz también es fundamental. Por este motivo, las firmas españolas también están trabajando en un nuevo dispositivo de diagnóstico en estados tempranos del Alzheimer. Una nueva técnica más eficaz que se basaría en medir los niveles de péptidos beta-amiloides en la sangre. Una prueba de diagnóstico que los propios investigadores confían en que esté disponible incluso antes que la propia vacuna, para la que todavía es difícil ponerle fecha de salida al mercado hasta que no se conozcan los primeros resultados del ensayo clínico en humanos.

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