Asma mal controlada: El 73% discrepa con su médico. Es el dato que arroja el estudio llevado a cabo por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, SEPAR. Una discrepancia que atañe tanto a la valoración de cómo afecta esta patología a quien la padece como al nivel de satisfacción con el tratamiento que está siguiendo. Un estudio que arroja más datos, especialmente uno a tener en cuenta, y es que en más del 53% de los pacientes el asma estaba bien controlada. La visión del paciente, como constata este estudio, también juega un papel terapéutico importante.
El control del asma puede generar discrepancias entre el paciente y el médico. Es lo que ha constatado el estudio que ha realizado –a través del programa de investigación en asma- la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, SEPAR. Así, este estudio desvela un elevado nivel de discrepancia, hasta en un 73%, en los casos de asma mal controlada. Discrepancias tanto en la valoración del impacto que tiene la enfermedad en la vida cotidiana del paciente y en la satisfacción con el tratamiento administrado.
Los especialistas han centrado la atención en la visión que tienen tanto el paciente como el médico de la enfermedad, una visión que debe concordar en la mayor medida posible. Así, tal y como explican los expertos, el paciente debe contar con la información necesaria sobre el asma, sus síntomas, riesgos y los beneficios de los tratamientos. Por su parte, el médico debe tener en cuenta las expectativas y las dudas del paciente.
Para llevar a cabo el estudio se ha contado con la participación de más de 1.100 pacientes y 300 neumólogos. No solo se han recogido las discrepancias, ya que también se ha constatado, y así lo han subrayado los autores, que en más del 53% de los casos el asma es una patología bien controlada. Cuando sucede lo contrario, es decir cuando el asma está mal controlada, el grado de concordancia entre el paciente y el médico es bajo. Por una parte, en lo relativo al impacto que tiene el asma en el día a día del paciente-especialmente en el desarrollo de actividades cotidianas y actividades lúdicas ocasionales- el nivel de concordia se situó en el 57%. Asimismo, en un 26% de los casos los facultativos infravaloraron este impacto.
En los casos de asma mal controlada las discrepancias entre médico y paciente también surgen a la hora de apreciar la mejoría de los síntomas (en más de un 62% de los casos), en los cambios en el estilo de vida (en más del 64%) y en la reducción de la aparición de las exacerbaciones (64%). Porcentajes que se reducen notablemente en los casos de pacientes con asma bien controlada.
Las cifras recogidas en este estudio deben ser tenidas en cuenta, tal y como subrayan los especialistas, para una mejora de los tratamientos y, sobre todo, para promover los programas de educación. Programas dirigidos a los pacientes, a enseñarles a conocer su enfermedad y a controlar los síntomas, sobre todo entre aquellos casos de asma mal controlada. La visión del paciente, la percepción que tiene de su enfermedad y cómo ésta influye en sus actividades cotidianas, debe ser tenida en cuenta como una herramienta más para cumplir los objetivos terapéuticos con garantías.
