Arrugas, pérdida de firmeza y elasticidad, deshidratación son algunas de las señales que delatan el envejecimiento prematuro de la piel. Cumplir años es un proceso natural, pero eso no significa que debamos dejar de cuidar nuestra piel, sino todo lo contrario, necesitará algunos cuidados extras para seguir luciendo sana y tersa. En el proceso natural de envejecimiento de la piel están implicados factores biológicos, tales como la edad y la predisposición genética, pero también los factores medio ambientales y determinados comportamientos, como el fumar, el alcohol, los malos hábitos alimenticios y la falta de sueño pueden acelerar los procesos inflamatorios y el envejecimiento.
Además de corregir aquellos hábitos poco saludables para la piel, en la actualidad también contamos con una ayuda extra y eficaz. En concreto, una terapia de medicina estética que puede ralentizar el envejecimiento. Se trata del nuevo tratamiento Biomaxima, basado en la biorevitalización de la piel utilizando ácido hialurónico de alto peso molecular, aminoácidos, vitaminas y oligoelementos, administrados conjuntamente por medio de agujas finas en diferentes niveles de profundidad. La solución más innovadora para mejorar el tono y la firmeza de la piel de la cara y el cuerpo mediante la estimulación de la formación de fibras elásticas y el aumento de hidratación de la piel, todo ello con un efecto tensor.
La medicina estética se centra cada vez más en los tratamientos antienvejecimiento y que, la mismo tiempo, aseguren resultados naturales, la recuperación de volumen facial, con un resultado fresco y armonioso, natural. Es precisamente el uso de ácido hialurónico de alto peso molecular, utilizado como un relleno de arrugas, la verdadera novedad. La capacidad de hacerlo muy fluido a través de un proceso específico permite utilizarlo de una manera difusa, explotando su gran capacidad de hidratación (recordar su estructura molecular idéntica a la de una esponja) y sobre todo su gran durabilidad en los tejidos. Esto proporciona resultados inmediatos con las mínimas molestias. Las sesiones se deben repetir cada seis meses o cada año en función de las condiciones de la piel.
Este procedimiento, que se realiza en pacientes ambulatorios y no tiene contraindicaciones, actúa sobre los fibroblastos, contrarresta y previene el envejecimiento, hidrata, tonifica y reestructura la piel. Un tratamiento para restaurar el equilibrio de la piel, un mayor grado de firmeza, turgencia y elasticidad.
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