Calefacción: Varios estudios demuestran que engorda

La calefacción engorda
Calefacción: Varios estudios demuestran que engorda. En la actualidad, los seres humanos estamos muy acostumbrados a pasar calor en nuestras casas o en los lugares cerrados gracias a la calefacción, y aunque parezca mentira, esto está relacionado en parte con la gran epidemia de obesidad que nos acecha durante los últimos años, ya que además de ser mucho más sedentarios que antes, nuestro cuerpo no gasta las calorías que nos sobran para calentarnos, pero en cambio nosotros seguimos ingiriendo la misma comida que nuestros antepasados, que trabajaban en el campo y vivían en hogares sin calefacción.
Recientes estudios científicos han desvelado que mantener la temperatura alta en nuestras casas, puede ser una de las causas de la obesidad que sufre buena parte de la población mundial, tal y como ha explicado el profesor Antonio Vidal-Puig, director científico del Institute of Metabolic Science Cambridge Phenomics Centre de la Universidad de Cambridge.
 
Puig asegura que “la difusión de la calefacción central ha supuesto un antes y un después en la relación de los humanos con las temperaturas bajas. En un trabajo reciente, observamos que la temperatura en las casas de EE.UU. y el Reino Unido ha aumentado una media de cuatro o cinco grados en los últimos 50 años, cuando la epidemia de obesidad se ha hecho evidente”, añadiendo que “el estilo de vida actual hace que la población necesite menos calorías para mantener la temperatura corporal y, en cambio, su ingesta calórica no ha disminuido proporcionalmente. Consecuencia: la epidemia de exceso de peso y obesidad que estamos viendo”.
 
Puig a su vez, explica los métodos que tiene nuestro organismo para combatir el frío: “Existen dos tipos de respuestas fisiológicas al frío. Una de ellas es la vasoconstricción, lo cual reduce la pérdida de calor por el organismo, y la otra estrategia es aumentar la producción de calor mediante lo que se conoce como termogénesis a través de dos mecanismos como los procesos metabólicos que se dan en un tipo de grasa que conocemos como grasa parda o marrón y que conllevan consumo de calorías, y mediante las contracciones musculares y el temblor que conocemos como tiritar”.
 
Además añade: “Los individuos en los que se observa grasa parda parecen ser capaces de producir más calor cuando comen dieta grasa, lo cual puede indicar una resistencia a la obesidad. Si pudiéramos encontrar tratamientos para aumentar la cantidad de grasa parda en el paciente obeso, podríamos conseguir pérdidas de peso y ayudar a prevenir problemas como la diabetes o la dislipidemia y, quizá el cáncer y la demencia, dado el impacto de la obesidad en estas enfermedades”.
 
Puig también nos ofrece soluciones: “No solo habría que bajar la calefacción, además tendríamos que evitar compensarlo poniéndonos más ropa”. Por lo que además de ahorrar un dineral tras la subida del IVA, uno de los temas protagonistas de la gala de los Goya 2013, le haríamos un favor a nuestra salud y protegeríamos el medio ambiente.
 
El profesor concluye: “Además, es importante saber cuánto tiempo de exposición a bajas temperaturas es necesario para obtener beneficios. La gente ve normal lo de exponerse a temperaturas elevadas en forma de sauna, de modo que no me sorprendería que, en unos años, pudiéramos optar a algo parecido, pero a bajas temperaturas”.
 
Así que ya sabéis chicas, apuntad los trucos para ahorrar calefacción, ya que se ha demostrado con creces que el frío es mucho sano que el calor.

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