Decaimiento: Cómo recuperar la energía

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Decaimiento: Cómo recuperar la energía. Cuando el cansancio se convierte en apatía, una fatiga que no remite con el paso de los días, hay que buscar la causa que lo propicia, ya que puede ser la señal que nos envía nuestro cuerpo para alertarnos de que algo no funciona como debiera. El estrés, la ansiedad o los problemas para conciliar el sueño suelen estar detrás de muchos bajones, un malestar o decaimiento pasajero, pero hay otras causas, como una infección, la falta de ejercicio físico o las carencias o déficits nutricionales.
 
¿Te sientes sin ganas de hacer nada? Cuando el cansancio y el decaimiento se convierten en apatía, pereza y desmotivación, al tiempo que parecen haberse instalado como compañeras de viaje, es hora de buscar las causas que provocan el bajón anímico. Aunque en muchos casos el estrés, la ansiedad y las preocupaciones suelen estar detrás de los estados de decaimiento, existen otras muchas causas. Y la primera de ellas tiene que ver con nuestro estado de salud físico, ya que síntomas como falta de energía o bajo estado anímico pueden deberse a una anemia o deficiencia de nutrientes esenciales, vitaminas y minerales. Otros síntomas de la anemia son la tonalidad pálida de la piel y la pérdida de cabello. Las mujeres además somos más propensas a la anemia, fundamentalmente por la pérdida de hierro durante la menstruación, un mineral esencial para la formación de hemoglobina.
 
En los casos de anemia, la cual se diagnostica con un análisis de sangre, se debe incluir en la dieta un suplemento de este mineral y de vitamina C, para facilitar su absorción. Precisamente, la alimentación, con la inclusión de frutas y verduras como ingredientes esenciales, es la clave para prevenir la carencia de calcio y otras vitaminas, como la B6, esencial para el correcto funcionamiento del sistema nervioso, o la vitamina C, para estimular las defensas de nuestro organismo.
 
La carencia de vitaminas y minerales se manifiesta con sensación de fatiga, calambres y debilidad en las extremidades, brazos y piernas. Para prevenir esta deficiencia nutricional, es aconsejable tomar cinco piezas de frutas y verduras al día.
 

Sedentarismo

El sedentarismo es uno de los enemigos silenciosos de nuestra salud. La falta de ejercicio nos hace más vulnerables a trastornos que van desde los problemas de sobrepeso a la hipertensión. El ejercicio es saludable, ya que favorece la producción de betaendorfinas, neurotransmisores del estado de ánimo. Practicar ejercicio, al menos media hora al día, mejora el estado de ánimo. Pasear, caminar o nadar son las actividades más recomendadas.
El ejercicio físico también nos ayudará a dormir mejor. Precisamente, la falta de descanso o los problemas de insomnio provocan pérdida de apetito y apatía
 

Trastornos virales

El cansancio es uno de los síntomas que está detrás de trastornos como la hepatitis, la gripe o la mononucleosis infecciosa. En estos casos, se recomienda descansar más de lo habitual y cuidar especialmente la alimentación, ingiriendo más líquidos y comiendo aunque no se tenga apetito.

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