Demencia senil: Del despiste al olvido extraordinario

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Demencia senil: Del despiste al olvido extraordinario. Olvidarse las llaves es un despiste. Olvidarse del nombre de un ser querido, es algo más serio, un olvido al que debemos prestar atención porque puede ser la señal que nos alerte de nuestra vulnerabilidad a padecer demencia. Una patología que, aunque suele relacionarse más con la tercera edad, puede dar sus primeros avisos a partir de los 30 años. Eso sí, y esto es importante subrayarlos, los especialistas también apuntan a que el 20% de las demencias se pueden prevenir.
 
¿Se puede prevenir la demencia? Sí, según los especialistas hasta un 20% de las demencias, en concreto las denominadas vasculares, se pueden prevenir siguiendo unos hábitos saludables a lo largo de nuestra vida, especialmente en el capítulo relativo a la alimentación.
 
¿Olvido o algo más serio? ¿Son los despistes un síntoma sin importancia? Son algunas de las preguntas o dudas que nos pueden surgir. Olvidarse las llaves es un despiste, un pequeño olvido. Otra cosa es no recordar el nombre de un familiar o persona querida, una primera señal de que podemos padecer un principio de demencia.
 
Pero hay un tipo de demencia, las vasculares, en las que los hábitos de vida, incluida la alimentación, tienen mucho que decir. De hecho, tal y como subrayan los especialistas, nuestro corazón es el mejor barómetro de la salud, si está sano, nuestro cerebro también lo estará. De ahí la importancia de seguir una dieta sana, variada y equilibrada, acompañada de otros hábitos como no fumar, realizar ejercicio y mantener activo el cerebro, como el mejor escudo protector contra las dolencias o problemas de salud, en este caso relacionados con el cerebro y con la memoria (la enfermedad de Alzheimer es una de las principales causas de demencia). Hábitos saludables para prevenir y para reducir los riesgos. Todo lo contrario de lo que sucede con las demencias denominadas celulares, cuyas causas siguen arrojando todavía muchos interrogantes y, en este caso, prevenirlas no depende tanto de nuestro estilo de vida.
 
Tal y como apuntan los médicos y expertos, la demencia como es una enfermedad y como tal debe ser tratada. Ante la sospecha de un síntoma de demencia se debe consultar al médico, alejando el miedo que puede surgir ante la enfermedad por desconocimiento. Y es que, tras ponerse en manos de los médicos y contar con un diagnóstico, el abordaje de la enfermedad (en fases, y tanto en el capítulo físico como psicológico) permitirá al paciente no solo enfrentarse al propio diagnóstico, sino a la evolución y a los síntomas de un trastorno que se traduce en la pérdida de la función cognitiva o de la capacidad para pensar, recordar y razonar.
 

Síntomas demencia

Algunos síntomas que nos pueden alertar de que estamos ante un posible caso de demencia son:

  • Las dificultades para retener o aprender información nueva (dificultades para recordar conversaciones recientes, citas, fechas; colocar los objetos en lugares equivocados).
  • Dificultades para llevar a cabo tareas o actividades complicadas.
  • Dificultades para razonar (para trazar un plan).
  • Desorientación espacial y dificultades en el lenguaje, por ejemplo, no encontrar la palabra adecuada. Alteraciones del comportamiento (irritabilidad, ansiedad y otros cambios en su cuidado personal).
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