El ejercicio físico es, junto a una alimentación sana y equilibrada, el mejor aliado de la salud. De hecho, uno de los hábitos recomendados por los expertos en salud es la de realizar de manera regular ejercicio físico. No solo nos ayuda a estar en forma, sino que, entre sus beneficios, cuida nuestro corazón, nuestro cerebro, pulmones, músculos… Hacer ejercicio físico es bueno tanto a nivel físico como emocional, ya que moverse mejora nuestro estado de ánimo.
Lógicamente, la práctica de ejercicio físico se debe ajustar a nuestra edad y condición física, prestando especialmente a la presencia de alguna enfermedad, y en especial algún trastorno cardiovascular. Es igualmente importante realizar una actividad física o deportiva que nos guste y nos motive. ¿Cuál es el ejercicio más adecuado? Partimos de la división entre ejercicio aeróbico (o ejercicio dinámico) y ejercicio anaeróbico (estático, de fuerza). Para saber cuál es el tipo de ejercicio que más nos conviene vamos a ver algunas de las diferencias entre ambos.
Ejercicio aeróbico y anaeróbico El ejercicio aeróbico o dinámico es el que reporta los mayores beneficios para la salud, tanto a nivel cardiovascular (especialmente para prevenir los trastornos del corazón), respiratorio, óseo, metabólico, muscular. Este tipo de ejercicio activa los grupos musculares y, cuando se trata de actividades prolongadas, aumenta el consumo de oxígeno. A su lista de beneficios hay que sumar que mejora la presión arterial, ayuda a controlar los niveles de colesterol y de glucosa en sangre y facilita la pérdida de peso. Como ejemplos, ejercicios como andar (el deporte más sencillo y fácil de practicar), correr, andar en bici o nadar.
Por su parte, el ejercio anaeróbico aumenta la resistencia muscular, la flexilibidad, la potencia y fuerza. Los expertos recomiendan que los ejercicios anaeróbicos sean un complemento del aeróbico; es decir, combinar en el entrenamiento actividades o ejercicios de ambos tipos. Los ejercicios estáticos o anaeróbicos suelen ser de corta duración (series de ejercicios y repeticiones, levantar pesas), por lo que no se produce un aumento del consumo de oxígeno. Este tipo de ejercicios es bueno para tonificar la figura y reducir la grasa.
Cuánto ejercicio físico hay que hacer Si nuestra salud es óptima, la recomendación de los expertos es incorporar como hábito diario el ejercicio aeróbico, es decir, andar, nadar o pasear en bicicicleta durante al menos 30 minutos. El cómputo total a la semana debe ser entre 2,5 y 5 horas. Es importante aumentar el tiempo de manera gradual, ya que los excesos de pagan, por ejemplo con una lesión o con unas temidas agujetas. No se trata de una carrera de fondo, sino de ponernos en forma y de reforzar nuestra salud. Como complemento podemos adquirir otros hábitos, como ir andando al trabajo o a hacer la compra, iniciarse en la jardinería o subir las escaleras en lugar del ascensor. Entre 2 y 3 veces a la semana se recomienda complementar el ejercicio aeróbico con ejercicio anaeróbico (por ejemplo, unos sencillos ejercicios en casa sin aparatos).
Si padecemos algún tipo de trastorno de la salud, o llevamos tiempo sin practicar ninguna actividad física, antes de calzarse las zapatillas de deporte conviene consultar al médico y realizar un chequeo. Una vez que tengamos un diagnóstico podremos decidir cuál es el tipo de ejercicio que más nos conviene en función de nuestra edad y condición física.
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