Fístula por complicaciones en el parto: Qué es y cómo superarlo

La fístula por complicaciones en el parto o fístula obstétrica se puede prevenir y tratar. Una lesión causada por la obstrucción prolongada del trabajo de parto y la demora en practicar un parto por cesárea, un riesgo al que a día de hoy todavía se enfrentan mujeres en el mundo a la hora de ser madres.

La fístula por parto no solo es una de las complicaciones que pueden surgir durante el parto, especialmente en embarazos precoces y de madres primerizas, sino que puede tener serias consecuencias sobre la salud física y emocional de la mujer si no se interviene de manera adecuada.

La fístula obstétrica es uno de los riesgos de ser madres en algunas regiones del mundo con más dificultades para el acceso a unos recursos sanitarios dignos. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) esta lesión afecta anualmente a entre 50.000 y cien mil mujeres de todo el mundo, subrayando además que es una de las principales causas de mortalidad materna.

¿Qué es la fístula obstétrica?

La fístula obstétrica se produce como consecuencia de la presión sostenida de la cabeza del niño sobre el hueso pélvico. Cuando el trabajo de parto se prolonga demasiado, y por alguna razón no es posible realizar la cesárea, esta presión continuada puede dañar los tejidos blancos y perforarlo, provocando un orificio o fístula entre la vagina y la vejiga o entre la zona de la vagina y el recto.

La fístula por parto puede interrumpir el flujo sanguíneo en los tejidos causando, en los casos más graves, la destrucción de la pared originaria de la vagina, lo que conllevaría la filtración de orina o materia fecal a través de la fístula hacia la vagina. La fístula obstétrica también aumenta el riesgo de que el bebé nazca muerto.

Síntomas de la fístula obstétrica

  • Incontinencia urinaria intensa
  • Infecciones urinarias frecuentes
  • Irritación continua de las ingles o zona anal
  • Depresión
  • Sentimiento de soledad
  • Trauma psicológico
  • Sentimiento de vergüenza
  • Deterioro de la salud física
  • Aislamiento social y familiar
  • ¿Cómo tratar la fístula obstétrica?

    La fístula obstétrica se puede reparar con una intervención quirúrgica realizada por un cirujano especializado, aumentando las probabilidades de éxito de la cirugía reconstructiva cuando las fístulas son poco complicadas. Recibir los cuidados médicos esenciales durante el embarazo y el parto es clave para prevenir en su totalidad la aparición de esta complicación en el momento del nacimiento del bebé.

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