Melanoma cutáneo: El 50% de los cánceres aparece sin lunares previos. Nuestro cuerpo no siempre nos alerta a través de la piel, con la aparición previa de un lunar, de la presencia de uno de los tumores que, pese a no ser el más frecuente, sí es uno de los más letales. En más del 80% de los casos el responsable de la aparición de los melanomas cutáneos es el sol, en concreto la exposición prolongada y sin la debida protección. La esperanza de vida, si se detecta en fases iniciales, supera el 90%.
El melanoma es uno de los enemigos más letales de nuestra salud. Su desarrollo se debe a la formación de células cancerosas en las células de la propia piel (melanocitos), lo que provoca la aparición de lunares nuevos. Sin ser el cáncer más frecuente, sí es uno de los más agresivos y letales. La detección precoz, como en todas las enfermedades y, sobre todo, en los casos de cáncer, es fundamental. En este caso, detectar a tiempo el melanoma cutáneo, el cual suele ser más frecuente entre las mujeres, puede aumentar las posibilidades de ganar la batalla y la esperanza de vida hasta por encima del 90%. Pero aunque se tiende a pensar que su manifestación es con la aparición o el cambio de aspecto de un lunar, en la mitad de los casos nuestro cuerpo no nos envía esta señal, es decir, no hay lunar previo.
Ante un cambio en los lunares o en el área pigmentada, debemos consultar al médico o al dermatólogo, para descartar que pueda deberse a un problema más serio. Asimismo, cuando no aparecen lunares, el diagnóstico se realiza a través de unas pruebas para examinar la piel (dermatoscopia, microscopía de epiluminiscencia). Hay que recordar que el melanoma cutáneo puede aparecer en cualquier zona de nuestro cuerpo, si bien en el caso de las mujeres suele aparecer en brazos y piernas, y en el caso de los hombres en cabeza o cuello.
Los melanomas cutáneos más frecuentes son los de extensión superficial (en torno al 50%), el nodular y el lentigo. Aunque el principal factor de riesgo de la aparición del melanoma es la exposición prolongada al sol, sin la debida protección, los médicos también recuerdan que hay otros, como la edad (de hecho, a medida que envejecemos aumenta el riesgo de sufrir un melanoma cutáneo), los antecedentes familiares o los antecedentes de quemaduras solares en la etapa de la infancia y adolescencia.
Recordar que, en el caso de la aparición de lunares, se puede aplicar una regla básica para distinguir si se ha producido alguna variación en aspecto o color. Se trata del ABCD: Asimetría, bordes irregulares o desiguales, color y diámetro.
