Picaduras de abejas: Cuidado con las reacciones alérgicas

abeja
Picaduras de abejas: Cuidado con las reacciones alérgicas, especialmente si no es la primera vez que nos pican. Un riesgo que, lógicamente, aumenta durante los meses de verano, por la mayor exposición a todo tipo de insectos, entre ellas las abejas y las avispas. Los niños, tal y como subraya la Sociedad Española de Inmunología Clínica y Alergia Pediátrica, son especialmente sensibles a las picaduras, lo que les expone a un mayor riesgo de sufrir una reacción alérgica, la cual requiere atención médica de manera inmediata. Se estima, según datos médicos, que un 3% de la población es alérgica a estos insectos.
 
Verano y altas temperaturas son sinónimo de la aparición de determinados insectos. Ellos se hacen más presentes y nosotros debemos protegernos y prevenir los efectos de las picaduras. No son los únicos enemigos de la piel que actúan picando (también están las medusas, por ejemplo), pero sí uno de los que nos pueden provocar una reacción alérgica inesperada. La picadura de algunos insectos, en concreto abejas y avispas (también denominadas himenópteros), puede ser la causa de que desarrollemos una alergia. Basta una picadura para que esto se produzca, por lo que si nos vuelven a picar una segunda vez pueden aparecer, al margen de la hinchazón en la zona afectada, síntomas más severos como dificultades para respirar, taquicardias, mareos, bajada de tensión y picazón. Síntomas de una reacción anafiláctica a los que, según datos médicos, está más expuesta el 3% de la población que se estima es alérgica a la picadura de estos insectos.
 
Tal y como hemos señalado, la reacción alérgica puede hacer acto de aparición a la segunda picadura, por lo que en caso de que surja alguno de los síntomas, o si se sospecha que pueda ser alérgico, se debe acudir de manera inmediata al médico, ya que si no se trata puede tener consecuencias severas. Además, es aconsejable aplicar frío en la zona de la picadura para bloquear la absorción rápida del veneno (las abejas, por ejemplo, dejan un aguijón con un saco lleno de veneno que si se rasca, se extiende). Si la picadura se ha producido en una pierna o en un brazo, también se puede aplicar un torniquete hasta que se reciba atención médica. Según datos de la Sociedad Española de Inmunología Clínica y Alergia Pediátrica, las picaduras de estos insectos provocan entre dos y 20 muertes anualmente. Los síntomas de la reacción anafiláctica o sistémica aparecen a los pocos minutos de la picadura.
 

Riesgos de alergia: Prevención

En el caso de sospechar o tener diagnosticada una alergia a las abejas o avispas, dos de los insectos que más activos están con la llegada del verano, se deben seguir una serie de consejos para evitar su picadura y su veneno, tales como evitar las meriendas o comidas en el campo, utilizar prendas con colores poco llamativos y, a ser posible, llevar manga larga y pantalón, y extremar la precaución si vamos a pasar tiempo al aire libre.
 
En el caso de los más pequeños, hay que ser especialmente precavidos, ya que de entrada son más propensos a las picaduras de insectos porque pasan más tiempo al aire libre y tienen más tendencia, por ejemplo, a caminar descalzos por la hierba, escenario en el que suelen anidar las avispas.
 

No obstante, hay que subrayar que en el caso de tener diagnosticada alergia a estos insectos existen medidas y tratamientos muy efectivos, como las vacunas.
 
Los médicos y especialistas recuerdan además que hay otros insectos a los que también se puede desarrollar alergia, como los mosquitos, las pulgas o las hormigas. En el caso de los mosquitos, sus picaduras, aunque muy molestas, no suponen mayor riesgo. Para repeler las picaduras y los picores, crema de tipo corticoide y antihistamínico.

Impostazioni privacy