La ropa recién comprada no siempre está tan impecable como parece a primera vista. Antes de lucir esa prenda que hemos adquirido conviene lavarla, y los motivos son diversos. Una sencilla operación que solo demorará un poco el estreno de la prenda pero que puede ser crucial a la hora de cuidar la higiene. De hecho, diversos estudios han constatado cómo las prendas de ropa nuevas pueden estar mucho más sucias de lo que pensamos.
Así, por ejemplo, la ropa, incluso antes de ser usada, puede albergar gérmenes de todo tipo. Lógicamente, todo dependerá de las condiciones en las que se realizó tanto su confección como su transporte hasta el punto de venta, pero para estar seguros de no correr ningún riesgo lo más aconsejable es limpiar a fondo la prenda antes de estrenarla.
Higiene Lavar la ropa antes de usarla es importante por motivos de higiene. Toda prenda puede haber sido susceptible de haber sido tocada o usada por otras personas (aunque solo un momento en el probador), lo que expone a la prenda a albergar gérmenes de cualquier tipo, como por ejemplo los procedentes de las secreciones respiratorias (tos, estornudos) o restos de la piel. Pero hay más. Según diversos estudios en la ropa se puede llegar incluso a encontrar restos de bacterias fecales, bacterias vaginales y levaduras.
Los expertos de la División de Microbiología e Inmunología de la Universidad de Nueva York realizaron un análisis sobre determinadas prendas de ropa que se venden en tres famosas cadenas de distribución en los Estados Unidos. Los resultados no dejaron lugar a dudas. Los investigadores encontraron que la ropa tenía una carga bacteriana mayor incluso que el promedio de los objetos que utilizamos en la vida cotidiana. De hecho, no descartaron que el contacto con la ropa sucia puede ser un vehículo transmisor de infecciones.
¿Y dónde tienden a ocultarse los gérmenes en la ropa? Las costuras son el lugar predilecto, en concreto las que están próximas a los brazos y las nalgas, dos partes muy delicadas del cuerpo humano en las que se pueden ocultar bacterias y parásitos. El grado de contaminación también varía en función del tipo de tejido en el que esté confeccionado la prenda.
Lógicamente, no siempre entrar en contacto con estos gérmenes o bacterias resulta perjudicial para la salud, ya que el sistema inmune de cada persona reacciona de una manera. Sin embargo, como medida preventiva, lo mejor es lavar las prendas que compramos antes de usarlas. Lo más aconsejable es hacerlo con agua tibia y jabón natural antibacterial.
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