¿Qué se puede curar con la hipnosis?

Palabra y sugestión son las dos claves de una herramienta, la hipnosis, utilizada con fines terapéuticos, tanto para aliviar o ayudar a mejorar aspectos físicos y emocionales que afectan a la salud. La hipnosis se ha venido considerando una puerta de entrada para explorar y conocer mejor la mente, pero tiene otras posibilidades, algunas de ellas poco conocidas. Así, por ejemplo, se puede utilizar en odontología para extraer una pieza dental sin dolor, como complemento de la anestesia o en caso de fobia al dentista.

La hipnosis también se viene utilizando mucho como una ayuda extra para dejar de fumar olvidándonos de la dependencia a la nicotina. Pero la hipnosis, que en términos médicos se define como un estado semejante al sueño, puede ser una aliada en muchos otros casos. Vamos a descubrirlo más detenidamente.

Curar con hipnosis

La hipnosis, cuya técnica se denomina hipnoterapia, se utiliza sobre todo en el tratamiento de trastornos relacionados con la psicología y psiquiatría. La relajación es una de las claves esenciales de las sesiones de hipnosis, cuyo objetivo es que la persona pueda focalizar su atención en un sentimiento, recuerdo o pensamiento, logrando cambair las emociones o percepciones que le provocaban. Esto se consigue al lograr alcanzar un estado de relajación profunda, tanto física como psíquica. El proceso de la hipnosis se puede dividir en diferentes fases: inducción al trance, profundización, intervención y regreso al estado de vigilia.

A través de la hipnosis se persigue reducir o aliviar aquellas conductas o actitudes que afectan a nuestra salud emocional y física. Entre otros, la hipnosis es una técnica que se puede utilizar para el tratamiento de:

  • Fobias (agorafobia, fobia social…)
  • Traumas
  • Episodios de depresión
  • Miedos y pesadillas
  • Terrores nocturnos
  • Timidez
  • Problemas de comunicación
  • Problemas sexuales
  • Ansiedad
  • Trastornos alimentarios (anorexia, bulimia)
  • Baja autoestima
  • Dolor de cabeza
  • Estrés y estrés postraumático
  • Nerviosismo
  • Tics nerviosos
  • Problemas de insomnio
  • Eneuresis nocturna (orinarse al dormir)
  • Adicciones (tabaco, alcohol, ludopatía, drogas…)

También te puede interesar: Las 10 fobias más raras del mundo y aprende a controlar las emociones: Cómo afectan a tu salud.

Impostazioni privacy