Trastornos del sueño: El calor agudiza los síntomas

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Trastornos del sueño: El calor agudiza los síntomas. Dormir mal tiene efectos inmediatos sobre nuestra salud y nuestro cuerpo, siendo el cansancio y la fatiga física y mental las señales más evidentes de la falta de sueño. Problemas para conciliar el sueño y descansar que suelen aumentar a medida que sube el termómetro y a medida que ganamos años. Y es que, según datos de la Sociedad Española de Sueño, seis de cada diez personas mayores padece algún síntoma o trastorno del sueño.
 
El aumento de las temperaturas influye directamente en nuestro sueño, pudiendo alterarlo y fragmentarlo, es decir, nos impide dormir del tirón y descansar. Si ya de por sí durante el resto del año tenemos problemas para conciliar el sueño, la llegada del calor puede agudizar los síntomas. Además, las personas mayores son especialmente vulnerables a que su sueño se vea trastocado con la llegada de las altas temperaturas. En este caso, la edad es un factor de riesgo, ya que a medida que nos hacemos mayores merma la capacidad del hipotálamo, responsable de regular la temperatura de nuestro cuerpo y del sueño.
 
Pero lo cierto es que la edad no está reñida con los problemas o trastornos del sueño, siendo uno de los más frecuentes la apnea del sueño, episodios que pueden aumentar con la edad y que están detrás de un mayor riesgo de problemas cardiovasculares. No es el único riesgo para nuestra salud, ya que los trastornos del sueño también incrementan los riesgos de padecer problemas cerebrovasculares, diabetes u obesidad.
 
Dormir mal tiene un impacto directo sobre la calidad de vida, con el cansancio y la somnolencia diurna como síntomas más frecuentes. A la fatiga puede acompañarla una disminución de las funciones cognitivas, deterioro de la memoria y de la capacidad de concentración, desmotivación, irritabilidad y cambios de humor.
 

Beneficios del sueño

El último de los beneficios reconocidos al sueño es mejorar la capacidad de aprendizaje. Durante el descanso, nuestro cerebro, en concreto la corteza cerebral, aunque reduce su ritmo lo cierto es que sigue trabajando mientras descansamos, lo que favorece que seamos capaces de procesar toda la información obtenida a lo largo del día. Una nueva función cognitiva que ha sido recogida en un nuevo estudio realizado por el Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer del Hospital Clínico de Barcelona.
 
Para mejorar la calidad del sueño, la práctica de ejercicio físico es una buena aliada, así como el procurar no reducir las horas de exposición a la luz natural y llevar una dieta sana.
 

Higiene del sueño

Para mejorar la calidad del sueño es aconsejable establecer unos horarios, evitar el consumo de estimulantes antes de irnos a la cama (consumo de cafeína, por ejemplo), irnos a dormir cuando nos sintamos cansados y levantarnos si nos desvelamos (realizar una actividad como leer puede ayudar a volver a conciliar el sueño). Es bueno realizar ejercicios o actividades relajantes antes de irnos a dormir, así como cuidar el entorno del descanso.

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