Mi suegra quiere elegir mi vestido de novia: Cómo evitar problemas

Las suegras son un mundo aparte. Lo sabemos bien, pero en lo que se refiere a la organización de la boda pueden llegar a ser un verdadero dolor de cabeza… O también pueden ser de mucha ayuda o utilidad. En fin, ya sabes que todo depende de lo bien que te lleves con ella, de su carácter y personalidad. A veces se le pueden dar algunas concesiones, pero ¡elegir tu vestido de novia!. Ya te las estás imaginando diciendo no a todo y eligiendo los vestidos de novia más pasados de moda del mundo… Tranquila, hoy te enseñamos algunos trucos para evitar problemas si tu suegra quiere elegir tu vestido de novia (y tú no estás dispuesta a permitirlo).

Suegra «buena»: Dale una oportunidad

En el caso de que tengas una suegra encantadora y que incluso sepa algo de moda, ¿por qué no darle una oportunidad? Deja que te acompañe a la tienda de novias, pero lleva siempre a unas amigas o a tu madre, mejor que sean dos o tres, para que en caso de discrepancia sean mayoría. Es un movimiento estratégico con el que quedarás bien con tu suegra sin que sus opiniones puedan afectar demasiado en la decisión de tu elección de tu vestido de novia.

Incluso puedes llevarte una sorpresa y ver que tiene mejor gusto del que esperabas. Ten en cuenta que tiene más experiencia que tú como mujer, se ha vestido muchas más veces, ya pasó por una boda… en fin, quizás tenga buenos consejos que darte.

Suegra «mala»: Utiliza la estrategia

Si tienes una suegra pesada, te llevas regular con ella, sabes que tiene un gusto pésimo o es una de esas suegras que ha decidido tomar el control de la boda y necesitas ponerle ciertos límites, tu mejor baza es la estrategia. Está claro que si vuestros caracteres no cuadran, la organización de tu boda no es el momento para discutir con ella y decirle directamente que no quieres que se involucre en la decisión de tu vestido… Podráis hacerlo, pero te arriesgas a un drama que te estresará aún más de lo que ya estás. ¿Y para qué? Para que al final tengas que ceder, ella se haga la víctima y tú no estés para nada contenta. Lo mejor es utilizar una estrategia medida cuidadosamente que te favorezca lo más posible, así que ¡toma nota!

  • Estrategia 1: Vete de compras primero sin avisarla y elige dos o tres opciones de vestidos de novia que te encanten. Después, llévala a la tienda con tu madre y amigas para que den su opinión (sólo sobre tus opciones previas). Así tienes el control de la decisión sin que ella lo sepa y la harás sentir especial porque la invitaste a «elegir» el vestido, sus ansias de control se calmarán un poco y todas contentas. Por cierto, este consejo puede funcionar con madres, amigas, damas de honor… etc.
  • Estrategia 2: No le des opción a que elija tu vestido. Hazlo por tu cuenta, elige y compra tu vestido e invita a tu suegra a la primera prueba del vestido de novia. Es un poco drástico, pero para calamar su furia puedes pedirle «su opinión» en ese momento sobre los pequeños detalles que te importan menos. En realidad tú ya has elegido así que qué mas te da si le gusta o no. Lo más probable es que no se atreva a decirte que no le gusta tu vestido de novia, y si te lo dice, ya es su problema, no el tuyo.
  • Estrategia 3: Si no te apetece llevarla ni siquiera a la prueba porque tu suegra es un caso perdido, toma una foto de tu vestido cuando ya lo tengas comprado y planea un encuentro breve en un café. Enséñaselo por foto y pídele consejo mientras se lo muestras… Si se molesta porque no la tuviste en cuenta, apela a sus sentimientos maternos: «Es que deseaba ir con mi madre, era mi mayor ilusión». Se derretirá al momento y acto seguido pídele que te acompañe a elegir otros aspectos de la organización de la boda, como la elección de las flores. Por supuesto, tendrás que ceder un poco en las flores… Deja que elija algo relacionado con tu boda y no podrá enfadarse contigo.

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