La dieta mediterránea es la mejor aliada para estar en forma todo el año, una dieta reconocida como uno de los perfiles dietéticos más saludables y equilibrados. La dieta mediterránea apuesta por las verduras y frutas como alimentos básicos en la mesa. Además de prestar atención a la elección de alimentos, contiene conseguir que los hábitos saludables en la alimentación se conviertan en un hábito.
Hábitos Para mantener el peso, y si es necesario perder esos kilitos de más, lo primero es la voluntad, la cual se multiplica cuando tenemos una razón contundente. En este caso, nuestra voluntad se nutre de visualizar los beneficios que obtendremos si seguimos una dieta saludable y cuidamos nuestro peso, tales como evitar los dolores en las articulaciones, sentirse más cansada de lo habitual o evitar sustos con los niveles de colesterol. Centrarnos en variar la forma de alimentación como reto, perseverando un poco, se terminará por convertir en un hábito.
Una alimentación saludable debe coincidir con la práctica de ejercicio físico de manera regular. No es necesario machacarse en el gimnasio, ya que un ejercicio tan natural como andar también reporta interesantes beneficios, ayudando además a quemar calorías . Cualquier actividad deportiva nos ayuda a mantener el tono corporal y la agilidad.
Si no tienes suficiente tiempo para dedicar al deporte, hay otros hábitos cotidianos sencillos que también ayudan a mantenerse en forma, como subir y bajar escaleras, ir andando al trabajo o a hacer a la compra.
Otra regla muy importante para cuidar la figura es no saltarse las comidas, especialmente el desayuno. Ayunar puede resultar contraproducente porque genera cansancio y ralentiza el metabolismo.
Qué comer ¿Qué comer para mantenerse en forma? En este caso, un primer consejo es reducir las raciones, porque los atracanos o excesos en la mesa obligan a un sobreesfuerzo al hígado y a los riñones. Un truco sencillo es utilizar platos más pequeños.
Es fundamental comer alimentos ricos en vitaminas, como las frutas y verduras (al menos, 5 piezas al día). Son una excelente opción para tomar a media mañana y como merienda, ya que además de nutritivas, las hortalizas y frutas son saciantes y nos evitan comer alimentos más calóricos.
En lugar de seguir una dieta rápida para bajar, y en ocasiones estricta, los expertos aconsejan seguir la dieta mediterránea, que también incluye pan, pasta y arroz (integrales). Suprimirlos es un error porque estamos renunciando a una fuente básica de hidratos de carbono. Recuerda que la pérdida de peso debe ser siempre gradual. Si nos proponemos perder demasiados kilos en un mes, nos desmotivaremos mucho antes porque no seremos realistas con los retos.
Los alimentos que más llenan son los ricos en fibra, al conferir volumen a los residuos en el intestino. Además, ésta no aporta calorías. El agua (y los alimentos que la contienen) también llenan el estómago sin engordar. Las proteínas, igualmente, son muy saciantes. Tómalas sin grasas para no ganar kilos.
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