Fitgrils en Instagram: La carga erótica del nuevo fitness en redes

Que la piel ya no es un tabú que ocultar hace tiempo dejó de ser un secreto y desde hace algunas generaciones nos hemos acostumbrado de forma sana a ver piel no sólo en nuestros cuerpos, sino en los cuerpos de los demás, tanto de hombres como de mujeres. Muchas fitgirls o mujeres que animan a practicar fitness a través de redes sociales como Instagram, suelen llevar atuendos deportivos con poca ropa, de modo que podemos ver sus músculos en varias zonas de su cuerpo, como “algo que podemos llegar a alcanzar” con mucho esfuerzo y trabajo. Fotos: Instagram.

Está claro que esta es una buena estrategia de persuasión como reclamo para atraer a más fans que desean ejercitarse, aunque también puede ser un reflejo del empoderamiento de las mujeres, que ya no sienten que necesitan esconder sus cuerpos. Hasta aquí se podría comenzar una profunda discusión sobre los motivos de las fitgirls de enseñar su piel. Sin embargo hay otra discusión aún más allá y deviene de un tipo de fotos que un sector de las fitgirls virales suben a sus redes. Fotos donde el punto focal de atención ya no supone el hecho de un cuerpo atlético, sino el cuerpo sexualizado de la mujer, generalmente enfocado en áreas sexualizadas como los pechos o los glúteos.

Y sí, aquí comienza la gran discusión. Para los más moralistas, tal vez pueda suponer un escándalo que las mujeres muestren sus cuerpos, sus senos y su trasero sin ningún pudor. Para algunos sectores feministas, posiblemente puedan a llegar plantearse si esto no es un reflejo más de la hipersexualización de los cuerpos de las mujeres, pues ¿hasta qué punto mostrar el cuerpo femenino erotizado en un contexto deportivo como el fitness no es una estrategia más de cosificación de las mujeres? Otras personas, tal vez se decanten más por la crítica hacia el consumo del cuerpo humano y la potenciación del erotismo de la mujer como reclamo publicitario. Y posiblemente muchas otras personas defiendan el libre derecho de las mujeres de exponerse al mundo como deseen.

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Cuando en la redacción de EllaHoy nos planteamos todas estas incógnitas, nos dimos cuenta de un asunto fundamental. ¿Quién está mostrando el cuerpo de las fitgirls sexualizado? ¿Las propias mujeres o otros tipos de entidades?. Y resultó que nos encontramos con dos realidades. Por un lado, existen las agencias de modelos de fitness, que parecen las más interesadas en mostrar este lado erotizado de las mujeres deportistas. La mayor parte de las fotos de mujeres de este tipo de agencias se enfocan claramente en poses eróticas donde grandes pechos de mujeres y “perfectos” glúteos suponen el foco de atención.

Por otro lado encontramos a las fitgirls propiamente, mujeres que se dedican al cuidado del cuerpo mediante el continuo ejercicio, entre las cuales unas optan por fotografías donde el foco de atención se ubica en el ejercicio en sí y en el resultado del trabajo en sus cuerpos, y otras prefieren usar el reclamo sexual en sus fotografías. Por cierto, muchas de estas últimas, aprovechando para anunciar algún producto dietético. Además, algunas fitgirls que no entran dentro de este estilo erótico, de vez en cuando deciden mostrar alguna que otra foto más sexy, sin entrar dentro de este estilo soft porno que provoca tanta polémica.

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Así que, recapitulando, tenemos las agencias de modelos, que, como era de esperar, continúan ubicando la imagen de las mujeres únicamente desde el reclamo sexual con un pretexto totalmente distinto, el ejercicio físico. Tal vez aquí el punto es la responsabilidad de una empresa que, dependiendo de qué tan importante sea, pueda tener poder y control sobre muchas de las comunicaciones que nos llegan de mujeres deportistas. ¿Por qué siempre hipersexualizar a las mujeres que hacen deporte?

Se nos vienen a la mente las típicas fotografías de las contraportadas de los periódicos de deportes, muchas veces únicos momentos donde podemos ver la imagen de una mujer en estos periódico, y, como no, es la sexy esposa o novia de un famoso deportista, o, con un poco de suerte, una mujer deportista que decidió posar de forma sensual.

Además, están las fitgirls, mujeres que adoran el deporte y viven de enseñar cómo hacerlo, por lo que utilizan las redes sociales para promocionarse y darse a conocer. Muchas de ellas consiguen cientos de miles de fans, de modo que se convierten en fuentes de motivación sobre “todo” lo que el cuerpo humano puede lograr con muchas horas de gimnasio. La mayoría no esconde su cuerpo, pues está claro que es su reclamo publicitario, pero hay una gran diferencia entre las que lo muestran con un enfoque hacia el deporte y las que lo hacen con un enfoque hacia el erotismo. Así que nos preguntamos dónde están los límites, si es que los hay, de su derecho a mostrar su cuerpo como ellas deseen, si el hecho de que lo hagan eróticamente es una consecuencia más de una cultura donde la cosificación sexual de la mujer sigue permeando o, por el contrario, es una expresión de libertad, algo así como aquella mítica frase del polémico discurso de Madonna:

“Puedes vestirte como una prostituta, pero no ser dueña de tu propia sexualidad o hablar abiertamente de tus propias fantasías sexuales. Tienes que ser lo que los hombres quieren que seas y, sobre todo, hacer lo que las mujeres creen que es lo correcto cuando estás con otros hombres. O sea, que si eres feminista no tienes sexualidad, tienes que negarla. Olvídalo. Soy un tipo diferente de feminista. Una mala feminista”.

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La verdad, no podemos tener una opinión concreta al respecto, pero lo cierto es que después de un debate intenso nos dimos cuenta de dejamos de lado lo más importante: el deporte y ejercicio físico como hábito saludable de una vida plena, sin importar la forma del cuerpo. ¿Tú qué opinas?

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