Cuando los excesos con la comida dejan de ser esporádicos conviene buscar las causas que se ocultan detrás. Comer en exceso es un trastorno de la alimentación, conocido como hiperfagia o polifagia, y que lleva a quien lo padece a ingerir enormes cantidades de alimentos de una sola vez. Las causas de este trastorno tienen, en la mayoría de los casos, un origen psicológico, el cual además puede permanecer oculto sin que le hayamos prestado la debida atención. Si la comida se convierte en un problema, conviene confiar en los especialistas para encontrar la raíz del problema.
Síntomas Además de los atracones nocturnos, uno de los síntomas más característicos de la hiperfagia es la necesidad impulsiva e incontrolable de consumir alimentos. Un trastorno que puede resultar agotador, ya que no solo conduce a la necesidad de comer en exceso a las horas de las comidas, sino también entre horas e, incluso, por la noche. En pocas palabras, la hiperfagia puede provocar una necesidad continua de estar comiendo. Pero hay más. Hay otro síntoma característico que nos permite identificar la hiperfagia, siendo en este caso psicológico, y se trata del sentimiento de vergüenza que asalta a quien padece este trastorno por ser capaz de controlar su conducta ante la comida.
Hay, además, otros síntomas que pueden acompañar a la hiperfagia, como los vómitos, señal que también caracteriza a otros desequilibrios en la conducta alimentaria, como la bulimia.
Causas Las causas de la hiperfagia son, en la mayoría de los casos, de tipo psicológico. El hambre compulsiva puede ocultar una causa inconsciente, la cual se manifiesta abiertamente a través de la relación con los alimentos. Las posibles causas son: la baja autoestima, el miedo y la incapacidad para relacionarse con los demás (miedo o fobia social) o las dificultades para aceptarnos como somos, tanto por dentro como por fuera.
La hiperfagia puede ser la respuesta a un estado de ansiedad, incluso estar ligado a un momento puntual, como el síndrome premenstrual, o a ciertas enfermedades (como el hipertiroidismo, la hipoglucemia y diabetes). En todos los casos, para un correcto tratamiento hay que identificar siempre la causa que lo provoca.
Tratamiento Las medidas para controlar el hambre impulsiva dependerán de la magnitud del problema y de la causa que lo provoca. Si hay enfermedades que subyacen, como la diabetes o el hipertiroidismo, el tratamiento debe ir dirigido a tratar estos trastornos, siendo la sensación de hambre impulsiva un síntoma más. Si se trata de una cuestión psicológica, vinculado a la ansiedad o la depresión, es necesario actuar para paliar el estado de ansiedad que es el que conduce a comer en exceso. Si el trastorno es muy leve podemos tomar algunas medidas de autocontrol. Por ejemplo, masticar lentamente durante las comidas para aumentar la sensación de saciedad. Si, en cambio, el problema es más grave debemos consultar a un médico o especialista.
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