Yogur: Propiedades nutritivas para tu dieta

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Yogur: Propiedades nutritivas para nuestra dieta. Rico en calcio, fósforo y magnesio, entre otros, el yogur es por sus características y propiedades nutritivas un buen aliado de una dieta sana y equilibrada, idóneo para todas las edades y adaptado, dento de una amplia gama de yogures cada vez más elaborados, a las necesidades de cada uno. El yogur es un alimento probiótico por su contenido en microorganismos activos. Así, el yogur ayuda a regenerar la flora intestinal, la cual puede verse afectada por una mala alimentación o por la acción de determinados fármacos.
 
La flora intestinal no solo ayuda a regular el tránsito intestinal, sino que activa nuestro sistema inmunológico. El yogur es un alimento rico en proteínas, calcio y vitaminas, fundamentalmente B2 o rivoflabina, así como vitaminas A y D. Su contenido graso dependerá de si se trata de un yogur natural, desnatado o enriquecido.
 

Valor energético del yogur

Constituye un alimento interesante para conseguir un aporte extra de energía, un valor energético que lógicamente dependerá de la cantidad de grasa y de los ingredientes añadidos, como cereales, nata, azúcar o frutos secos, entre otros. Si te preocupa mantener tu figura y tu peso, no tienes por qué renunciar a un alimento tan completo como el yogur, ya que un yogur desnatado apenas tiene 50 kilocalorías. Los yogures desnatados también tienen un bajo contenido en grasa (apenas tres gramos por cada cien). No solo son idóneos para incluir en una dieta sana y equilibrada si quieres mantener tu peso y ganar en salud, sino que son una forma saludable de controlar las calorías.
 
¿Cuál es el yogur más adecuado para nuestra dieta? De entrada, el yogur es un alimento que se obtiene de la combinación de la leche fermentada y homogeneizada y las denominadas bacterias acidolácticas. Durante su elaboración, la lactosa se convierte en ácido láctico, las proteínas de la leche se coagulan, y las moléculas de grasas y proteínas se transforman en compuestos como los aminoácidos o los ácidos grasos libres, de más fácil digestión que la leche.
 
Los yogures desnatados o los yogures bajos en azúcares son especialmente recomendados si estás siguiendo una dieta para controlar el peso y la ingesta de calorías. Por su parte, los yogures enriquecidos con calcio son aconsejables como alimento en aquellos momentos de la vida en los que necesitemos un aporte extra de uno de los minerales esenciales en nuestra dieta. Mientras que un yogur suele tener un aporte de calcio que sitúa en torno a los 150 miligramos por unidad, en los yogures con calcio la presencia de este mineral se duplica. Las necesidades de calcio suelen ser mayores en etapas como el embarazo o en periodo de lactancia. Los niños mayores de diez años, los adolescentes y las personas mayores de 50 (fruto del envejecimiento) necesitan un aporte mayor de calcio en su dieta, un déficit que suele deberse precisamente a unos hábitos desequilibrados en la alimentación. En algunos casos, esto es debido a que no se toman suficientes alimentos lácteos o alimentos ricos en este mineral, como pueden ser las legumbres, verduras de hojas verdes, frutos secos o algunos pescados como las sardinas).
 
Los yogures sin azúcares añadidos se caracterizan porque en su composición no aparece ni la fructosa ni la glucosa (lo que se denomina monosacárido), así como tampoco incluye otros edulcorantes. Para distinguirlos del resto de yogures en su etiquetado suele aparecer el siguiente texto: contiene azúcares naturalmente presentes.
 
Otra variedad de yogures son aquellos con trozos de frutas, los cuales no sustituyen a la presencia de una cantidad mínimas de piezas de fruta natural en nuestra dieta, ya que el contenido de frutas presentes en los yogures es muy pequeño.
 

Intolerancia alimenticia al yogur

Los yogures contienen lactosa, en pequeñas cantidades, lo que en la mayoría de los casos hace que sea un alimento bien tolerado por las personas con intolerancia a la lactosa. No es el caso de las personas con histaminosis alimentaria, las cuales no toleran ni la leche ni sus derivados, ya que su organismo genera cantidades elevadas de histamina provocando, entre otros, problemas gastrointestinales. En el caso de los alérgicos a la caseína (proteína de la leche) también es mejor renunciar a este alimento. Los yogures de sabores, por los colorantes que contienen, pueden provocar alguna reacción en personas muy sensibles.

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