Alejandro Sanz ha vivido en sus carnes un Belén Esteban. Y es que el cantante también ha visto como su manager no cumplía con su trabajo. Al parecer, tras producirse una auditoría, el cantante lo ha tenido claro y ha puesto fin a 25 años de carrera a su lado con Rosa Lagarrigue. Todo hace indicar que “no le salían las cuentas”. Algo que nos recuerda a la historia que la princesa del pueblo ha vivido con Toño Sanchís.
Los artistas tienen que confiar en sus managers a ciegas. Y es que ellos son los encargados de buscar conciertos, promociones y en definitiva, de relanzar o mantener la carrera. Pero claro, dicen que donde hay confianza da asco, y si además, hay mucho dinero de por medio, pues la relación se puede romper en un momento.
Algo así ha sucedido con Alejandro Sanz y Rosa Lagarrigue, su mánager desde hace 25 años. Al parecer, según publica El Mundo, Sanz no se fiaba de los números que figuraban en sus cuentas y pidió que se le realizara una auditoría. Y así, lo mismo que empezaron las sospechas entre otro popular dúo de representante y representada, acabó su vinculación laboral. Vamos que el autor del Corazón Partío no le sale las cuentas.
No corren buenos tiempos para los managers, ya que es la misma historia que ha ocurrido con Belén Esteban y su Toño Sanchís. Después de una investigación de Hacienda, la princesa del pueblo descubrió que había sido estafada y lo ha denunciado ante la Justicia.
Su mujer, descartada
Lo que ocurre es que, en este caso, Rosa es una figura muy valorada en el gremio, ya que lleva voces tan importantes de este país como Malú, David Demaría, Abraham Mateo o Raphael. A partir de ahora, Alejandro Sanz tendrá un nuevo mánager, alguien de su total confianza, de su círculo y con quien ya ha trabajado en anteriores ocasiones. Pero que no se trata de su mujer, Raquel Perera, como se ha llegado a insinuar.
Veremos cómo termina este asunto y si artista y manager se tienen que ver ante el juez o todo acaba con su ruptura laboral.
